Versión Estenográfica

Versión estenográfica del mensaje del Secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, durante la presentación del Informe “Trabajo y Familia: Hacia nuevas formas de conciliación con corresponsabilidad social”

Muy buenas tardes tengan todos ustedes. Saludo, en primer término, con mucho gusto, con mucho afecto a la licenciada Margarita Zavala Gómez del Campo, Presidenta Nacional del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, siempre presente con nosotros, cosa que le agradezco muchísimo.

También saludo a Rocío García Gaytan, Presidenta del Inmujeres y aprecio sus palabras y le agradezco el apoyo a la Reforma Laboral, cosa que creo que es absolutamente necesaria.

También saludo a mi amigo Jean Maninat, Director Regional para América Latina y El Caribe de la Organización Internacional del Trabajo, gracias Jean, por tus conceptos.

Desde luego a Rebeca Greenspan, Directora Regional, hasta hoy, para América Latina y El Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Y aprovecho para decirle a Rebeca que México está muy agradecido con ella, que le debe mucho de este trabajo tan profesional, tan serio, tan a conciencia y también por el entusiasmo que pones en tu trabajo y por la fe que tienes en los proyectos que emprendes.

Que te vaya muy bien en esta nueva encomienda que se te acaba de encargar, felicidades Rebeca.

También saludo con respeto a Magdy Martínez Coliman, Representante residente del PNUD en México, a nuestra anfitriona Lourdes Aranda, en representación de Patricia Espinosa Castellano, muchas gracias Lourdes.

Y, desde luego, a Germán López, nuestro Director de la Oficina de la OIT para México.

Me da mucho gusto también saludar a las señoras legisladoras que nos acompañan, la Comisión de Equidad y Género, a Belinda Anderson, Jorge del Regil, que son nuestros representantes ante la OIT del sector obrero y empresarial, a líderes de la defensa y lucha de la equidad de género, como son Martha, Patricia, muchas gracias por acompañarnos, funcionarios federales, integrantes de las Fuerzas Armadas, medios de comunicación, muy buenas tardes, muy buenas tardes a todos.

Este Informe, como ya lo decía Margarita Zavala, es una gran relevancia, en él participó este informe que le llaman “Trabajo y Familia hacia nuevas formas de conciliación con corresponsabilidad social”, fue integrado por la Organización Internacional del Trabajo, por un lado, y por el Programa Nacional de Naciones Unidas para el Desarrollo con el apoyo de expertos de distintas nacionalidades y sobre materias tan diversas como género, economía, empleo y que nos da una muy buena gama de recomendaciones a partir de un diagnóstico de qué tenemos que hacer en esta materia tan relevante en el mundo laboral, pero también en el mundo de la sociedad, en el mundo de nuestros estados.

Y leía a principios de año, no sé si tuvieron ocasión también de consultarlo en la revista The Economist, el primer número de este año se lo dedica justamente a la fuerza de la mujer en el mercado laboral. Es un muy buen ejercicio, hace un comparativo a nivel internacional y nos muestra lo que ya también en México estamos viendo.

En los últimos años, en 1970, fíjense que las mujeres representaban el 17.6 por ciento de la población económicamente activa y hoy aunque sigue siendo minoritaria esa participación ya es del 38.2 por ciento, es decir, lo pudimos duplicar en estos años, en estos 40 años.

Y, desafortunadamente, a pesar de que se ha triplicado la proporción de los hogares con jefatura femenina, lo cual alcanza, como se decía hace un momento, el 23 por ciento del total de los hogares con una jefe de hogar mujer, que además tiene que estar trabajando.

Entonces, todos estos datos y decía Rebeca con toda razón hace un momento, persisten dificultades jurídicas, de servicios públicos, pero también culturales, que no nos han permitido ir moldeando nuestra vida colectiva a esta mayor participación de la mujer en el mercado del trabajo. Es decir, seguimos con las mismas leyes, seguimos con los servicios públicos, con las misma lógica de la disfuncionalidad, como se decía hace un momento también de los horarios escolares, de los horarios de las guarderías, en fin de los apoyos, de los servicios públicos de transporte, en fin, de tantas cosas, una rigidez en el mercado que no permite computar en el trabajo a distancia de la mujer cual si estuviera físicamente en su centro de trabajo.

Y todo esto también a partir de un tema, de un proceso cultural que no hemos podido superar. Nuestros números nos dicen que, la Secretaría de Trabajo, las mujeres destinan hasta cinco veces más tiempo a las labores domésticas que los hombres, pero claro conforme esto va avanzando o retrocediendo, según se quiera ver, hacia sectores más desprotegidos de nuestra sociedad, esto crece seis, siete veces, mientras la mujer está participando más activamente en el mercado laboral. Es decir, le damos la bienvenida al mercado de trabajo, pero no asumimos los hombres un rol de participación en actividades domésticas para ir también equilibrando esa integración de nosotros como hombres al desarrollo integral de nuestras propias familias.

Entonces, seguimos encomendándoles a ellas ese trabajo y además pidiéndoles que se sumen al mercado laboral, pero nosotros no estamos asumiendo nuestro papel en el trabajo doméstico.

En la población económicamente activa las mujeres representan, no obstante son mayoría, representan el 38.3 por ciento del total, los hombres 61.7 restante; pero fíjense en la tasa neta de participación. ¿Qué es esto? De las personas que tienen más de 14 años de edad en nuestro país y que, por lo tanto, están en aptitud legal para trabajar no todas están o trabajando o buscando activamente un empleo, es lo que se llama “Tasa neta de participación”, los que sí están o trabajando o buscando activamente el empleo esa tasa neta de participación en las mujeres es del 43.1 por ciento, mientras en los hombres es del 77.4.

Entonces, esto nos muestra que todavía hay mucho camino por recorrer en este terreno y por eso el Informe que habla de esta necesaria conciliación entre la vida laboral, familiar, personal, de dicivilizar, así le llaman, el aporte cuantificarlo, porque lo que pasa también en nuestras sociedades es que se puede apreciar afectivamente el trabajo de la mujer en cuanto al desarrollo de la familia, pero no cuánto vale esa aportación para efectos de la productividad del todo y lo digo con todo respeto, pero a mí me parece que muchos de nosotros quienes estamos al cargo de carteras tan importantes como las secretarías de estado, si no tuviésemos ese aporte, esa solidaridad, esa presencia, esa entrega, esa responsabilidad de nuestras esposas, muy difícilmente podríamos tener la concentración, el entusiasmo y la disposición de sacar esto adelante. Pero eso no tiene una cuantificación en lo económico y muchas veces en el reconocimiento de lo social.

También nos recomiendan con toda razón adecuar de una vez por todas nuestros marcos jurídicos internos a lo que está ocurriendo o ya ocurrió con los convenios internacionales, somos buenísimos para suscribir convenciones internacionales para salir en la foto, para ratificar ese tipo de compromisos, pero luego a la hora de ponerlos en práctica en nuestros propios países encontramos cualquier cantidad de pretextos o para no ratificarlos o bien para no empatarlos con la legislación interna.

Desde luego, esta conciliación trabajo y familia, precisa de la promoción de campañas de sensibilización y qué bueno que están aquí representantes del sector obrero, de los sindicatos, de los empresarios, porque tenemos que empezar por hacer una auténtica campaña, cambiar esta cultura que tenemos malinchista, en una machista, discriminatoria, en la cual no estamos permitiendo que la mujer adopte el rol que hoy le corresponde en una sociedad moderna que perfectamente puede conciliar una cosa con la otra.

Y, desde luego, como decía Margarita, también el trabajo de los migrantes, el trabajo de la gente que tiene la necesidad, no el gusto, la necesidad de dejar su casa, su lugar de origen, para ir a buscar un empleo, una oportunidad en otro estado o en otro país, y dejar a una familia disfuncional, una familia sin uno de sus principales integrantes.

El Presidente Calderón, por ello, está muy comprometido en el Plan Nacional de Desarrollo, ya decía Rocío hace un momento, tenemos capítulos específicos para lograr esta equidad de género, esta igualdad laboral, para buscar mejores mecanismos, instrumentos, para la sociedad, para el trabajo digno, para que podamos realmente tener políticas activas en favor de la mujer, de su dignidad y de sus derechos laborales.

En México, como había dicho, ha ratificado un par de convenciones internacionales, Convenio número 100, de 1954, sobre la igualdad de remuneraciones, cosa que ya dice la Constitución, a trabajo igual, salario igual y esto meramente pues coincide con este convenio o el Convenio 111, sobre discriminación en el empleo y ocupación, que es de 1958, pero el Convenio 156, que es de junio de 1981, pues no lo hemos suscrito. Y no lo hemos suscrito porque nos es más fácil encontrar las razones por las cuales pareciera que no nos conviene o porque no lo queremos ver bien o porque nos estorba, porque no queremos cambiar el estatus quo de las relaciones laborales y de las discriminaciones a la mujer.

¿Por qué? Lo que nos está diciendo este Convenio el 156, es que no se vale una discriminación en el trabajo, por razón de la corresponsabilidad o la integración que tiene que haber entre la persona, la familia, el mercado laboral; es decir, lo que nos pide es no discriminen, y lo que nosotros estamos interpretando, y acuso aquí también recibo culpa como Secretaría del Trabajo que nosotros mismos hemos dicho: ¡Ah!, No es que entonces eso significa que estamos discriminando, porque si le damos un trato, digamos, a favor de quienes están en esta situación, luego entonces estamos discriminando a los que no tienen esa complejidad de articular su relación personal, familiar y laboral y por esa razón no nos hemos atrevido a suscribir y, desde luego, a ratificar el Convenio 156.

Yo lo que les anuncio es que a partir de esta misma semana comenzaremos a hacer las consultas pertinentes, con todos los responsables de este análisis, de estas políticas públicas, incluido desde luego el Senado de la República, las Comisiones de Equidad de Género del Congreso de la Unión y las organizaciones de la sociedad civil, las demás autoridades, el IFE, en fin, para que podamos analizar la pertinencia y la oportunidad de suscribir de una vez por todas lo que han hecho 40 países de la OIT, muchos de ellos de nuestra región, para suscribir este Convenio 156 y ponerlo en práctica a la brevedad.

La verdad es que ya he dicho en otras ocasiones, incluso ha estado Margarita presente, Rebeca, Rocío, cómo nuestra Constitución habla, con toda amplitud, sobre la necesaria igualdad en todos los sentidos, la igualdad entre todos los mexicanos y particularmente entre los hombres y las mujeres. Y, desde luego, el 123 de la Constitución ya referido al trabajo vuelve con el mismo tema.

Sin embargo, la verdad, es como bien decía Rocío, una Ley de 1970, totalmente orientada hacia otro tipo de conceptos, en otros tiempos, con otra lógica, política, económica, social, difícilmente habrían recogidos conceptos tan de vanguardia, por ejemplo, como el trabajo decente. El trabajo decente tiene apenas 10 años de haberse acuñado como un término, por el Director General de la OIT.

Y nosotros estamos planteando que en esta revisión de la Reforma Laboral, realmente hagamos una cosa que es fundamental, el acceso al mercado donde trabajo, particularmente de los jóvenes que tienen una tasa de desocupación, óiganme lo que les voy a decir, del doble de la tasa de desocupación de la población en general, los jóvenes entre 14 y 24 años tienen una tasa de desocupación dos veces mayor de la del promedio en general de la población económicamente activa.

Pero también cuando vemos el tema de las mujeres, de la discriminación, la poca inclusión de los grupos vulnerables, nos hace pensar en que realmente necesitamos adecuar este marco normativo.

Y empezamos por definir el trabajo decente que trae todos estos conceptos, pero de manera muy destacada esto que ahora estamos comentando como es la equidad de género y la igualdad laboral entre hombres y mujeres.

Estamos planteando el teletrabajo, el trabajo en casa, si ya tenemos tecnologías de la información, estamos en la plena sociedad de la información y del conocimiento, realmente se puede aprovechar toda la capacidad y potencial de las personas y poder desplegar su talento, su trabajo, su creatividad desde casa, escribiendo en sus computadoras y mandándolo por correo electrónico a donde tenga que llegar, por qué no computar todo eso como trabajo realmente efectuado en los centros de trabajo y así estamos armonizando una vez más familia con trabajo.

Para efectos de lo que comentaba Margarita hace un momento con esa discriminación latente y presente todos los días en los centros de trabajo, de que estas embarazada, si estas embarazada no te contrato, si te embarazas te corro, si te embarazas no asciendes, prohibir los certificados de invalidez como una forma o requisito de acceso al mercado de trabajo y de acceso también a nuevos puestos de responsabilidad. O también estas semanas que tenemos pre y pos natal en la Constitución, seis semanas antes, seis semanas después, pues hay que dejarle a la mujer que decida cuántas semanas quiere antes y cuántas semanas quiere y necesita después, porque esto la verdad es que seis y seis no necesariamente es lo que aplica y en la práctica estamos viendo que corresponde de otra forma. O estos periodos de los tiempos de descanso para amamantar a sus hijos, pues eso también es algo que no se da en la práctica y que es mucho mejor reducir la jornada laboral para esas personas para que puedan irse antes a su casa y atender debidamente a sus hijos.

Desde luego estamos planteando tres cosas que nos parecen fundamentales: el trabajo por temporada. Bueno, no todas las mujeres pueden y deben ser contratadas para trabajar ocho horas al día, cinco o seis días a la semana, todos los meses del año, probablemente por la naturaleza de los empleos pueden ser esto trabajo algunos días de la semana, algunas horas del día, pero con seguridad social, por qué no hacerlo.

Me dicen que esto atenta contra la estabilidad en el empleo, no señores, no hay peor inestabilidad en el empleo que no tener empleo y precisamente por eso hay que impulsar estas modalidades, trabajo de temporada o digamos por jornada, el trabajo o el contrato aprueba, muchas de las mujeres, muchos de nuestros jóvenes no tienen la oportunidad de empleo precisamente porque se les argumenta una serie de conceptos discriminatorios y que si pueden ellos en un periodo de uno a seis meses demostrar que pueden, que cubren el perfil, claro, pagándoles su salario, y después de ello pueden ser contratados con todas las de la ley.

Esta es una modalidad que existe en otros países y que realmente facilitaría este acceso o el contrato con capacitación inicial obligatoria; es decir, en lo que estamos pensando con el Presidente Calderón, en este gobierno, es cómo llevar a la práctica no solamente los buenos deseos, cómo lo hacemos posible y exigible a partir de nuestra legislación, sin que ello signifique de ninguna manera afectar los derechos fundamentales, ni individuales, ni colectivos de los trabajadores.

Nosotros hemos, en la Secretaría del Trabajo, impulsado la Norma Mexicana para la Igualdad Laboral entre Mujeres y Hombres, esto existe desde el 8 de junio del año pasado, tenemos apenas ocho organizaciones que representan a 16 mil 464 trabajadores que ya están, digamos, aplicando esta Norma Mexicana para tratar de que esto sea una práctica en las instituciones del sector público y del sector privado.

Tenemos otro distintivo, el de la “Empresa familiarmente responsable”, desde el 2006 y ahí 217 empresas han sido galardonadas con 206 mil trabajadores.

Otro distintivo que Margarita nos ha hecho favor de acompañarnos siempre, el de la “Empresa incluyente”, que ahora le llamamos Gilberto Rincón Gallardo, 472 empresas han recibido este distintivo y precisamente por estas prácticas muy activas de inclusión y no discriminación en el trabajo.

Y la verdad es que tengo que reconocer algo, a diferencia de otros países de la región lo veíamos ahora que lo nos reunimos en Santiago, en Chile, Jean Maninat, con los Secretarios del Trabajo de Argentina, Brasil y Chile, en México tenemos un muy destacado diálogo social, es algo muy relevante; es decir, tenemos una mesa constante de entendimiento, de acuerdos entre sector obrero, sector patronal y gobierno y ahí lo llevamos a todos los otros organismos tripartitas y han dado un gran resultado y uno de los temas fundamentales es justamente eso, nada lo hacemos de manera unilateral, todo lo hacemos por el consenso de quienes representan de una manera más legítima los intereses del sector obrero y del sector patronal en nuestro país. Y de veras valga mi reconocimiento por ese trabajo tan conciente.

Pero también se decía hace un momento por parte de Rebeca, en el gobierno del Presidente Calderón, tenemos 87 programas, 87 programas en áreas de desarrollo que tienen que ver a cargo de 15 Secretarías de Estado o entidades del Estado, con los temas de equidad de género y con los temas de desarrollo de la mujer y prueba de ello son las estancias infantiles, el Programa de Estancias Infantiles que inaugura el Presidente Calderón su gobierno, el Seguro Popular, el Seguro Médico para una nueva Generación que también es del Presidente Calderón.

¿Qué es lo que está tratando de hacer él con todo esto? Que no sea la salud un tema que inhiba la participación de la mujer en las actividades productivas y que además se use el derecho fundamental independiente de la calidad o la condición económica o social de la gente.

Y quiero cerrar con un concepto que me llamó poderosamente la atención que desarrolló la CEPAL y la Comisión Económica para América Latina y El Caribe, le llaman la economía del cuidado, y esto es algo realmente notable, esa economía del cuidado el trabajo que se realiza principalmente en el ámbito del hogar y está vinculado con atención, cuidado y reproducción de sus integrantes, es a lo que me refería hace rato, esta economía del cuidado que no tiene una cuantificación tangible, sin embargo, para efectos de la productividad de un país imaginemos todo lo que eso significa y todo lo que eso representa.

Creo que junto con el trabajo decente este concepto innovador de la economía del cuidado realmente nos muestran un rumbo a seguir, una pauta que debemos aplicar en nuestras políticas públicas todos los días, porque finalmente esto que estamos viviendo no solamente es un tema de un informe, no es solamente como decía Rebeca, grandes palabras para acciones pequeñas, sino totalmente al revés, nos faltan palabras para poder acreditar, para poder calificar, para poder reconocer lo que significa en nuestras sociedades, en esta región de América Latina y El Caribe la posibilidad de tener instituciones fuertes, sociedades fuertes, participación ciudadana real.

Hace un momento y yo me sumo al reconocimiento a las Fuerzas Armadas, a la Armada de México, la Defensa Nacional, al DIF, a la Cruz Roja Mexicana, a todos quienes han hecho posible de que la ayuda y la solidaridad de México llegue puntualmente a nuestros hermanos de Haití.

Yo estoy convencido de que ese tipo de catástrofes no tendrían la magnitud que hoy observamos si países como Haití, se hubiesen preparado en una cultura de protección civil como lo hemos hecho nosotros desde hace ya varios años, quizá desde aquel terremoto de septiembre del ´85, yo estoy convencido de que en la medidas que tengan instituciones fuertes y sólidas, vean nada más la amenaza del año pasado de una pandemia insospechada, desconocida en sus alcances y cómo el Estado Mexicano y la sociedad mexicana pudimos reaccionar bien y a tiempo, poner un ejemplo mundial.

Estoy convencido, por lo tanto, y con esto concluyo, que en la medida en que tengamos instituciones y sociedades fuertes cualquier reto de la nueva generación, de la nueva sociedad del conocimiento, del nuevo siglo, pero también para enfrentar calamidades será mucho mejor y con todo ello estoy convencido todos podremos vivir mejor.

Por su atención muchísimas gracias y muy buenas tardes.


Última modificación: Martes, 2 Febrero, 2010 5:45 PM por WebMaster .