
Muy buenos días tengan todos ustedes, espero que se escuche
bien porque parece que no anda muy bien el sonido, pero en primer
término me da como siempre un enorme gusto estar con ustedes,
con sus familias, con este muy querido y respetado gremio en el
día más importante que tienen en el año:
El Día de la Emancipación del Piloto Aviador.
Cada año me hacen favor de invitarme, de convidarme a
celebrar esta tan importante fecha ese 23 de enero de 1959 cuando
Don Andrés Fabre y otros valientes enfrentaron la presión
que entonces se vivía de parte de empresarios, de autoridades,
con un marco legal y insuficiente, inacabado que en lo que menos
se preocupaban era quizá en los derechos fundamentales
de los trabajadores, y más quizá en la rentabilidad
de los negocios y desde entonces, y con esa adecuación
proveniente del reglamento propio de pilotos que después
fue plasmado en la Ley Federal del Trabajo con un capítulo
especial para las tripulaciones es que hoy tenemos a esta Asociación
Sindical de Pilotos Aviadores como una organización sindical
ejemplar para el país.
Y por eso, en primer término, les quiero agradecer la
invitación y felicitar por ser parte de esta gran familia
de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores.
Quiero también felicitar a quienes acabamos de tomarles
la protesta a los nuevos socios, a los nuevos integrantes de esta
asociación. Les deseo un gran éxito, les deseo que
tengan un buen futuro como pilotos aviadores.
También quiero felicitar a quienes habrán de recibir
las condecoraciones por horas de vuelo. Lamentablemente a diferencia
de otros años que he tenido la oportunidad de entregarlas
personalmente, hoy no voy a poder tengo que salir para Tabasco
en unos momentos más, por los felicito muy ampliamente
por recibir esas condecoraciones.
Y sí quiero reiterarles lo que les he dicho cada año:
Este es un lugar donde me siento a gusto, me siento muy cómodo,
me siento arropado, me siento respetado. Y eso es algo muy valioso
que, de veras, atesoro, que aprecio de todos ustedes y que quiero
que sepan que todos y cada uno de ustedes están perfectamente
correspondidos.
Saludo con todo el respeto que merece y el afecto también
personal, que ya le tengo, a Fernando Perfecto, al capital, al
Secretario General de esta Asociación. También a
Salvador Gayón, ya les había dicho la broma, pero
la vuelvo a repetir, la del año pasado que con esos apellidos
está bien comprometido el futuro de esta asociación.
Uno se apellida Perfecto y el otro resultó Gayón,
y lo están demostrando en los hechos, cosa que me da un
gran gusto.
Desde luego saludo al capital Andrés Fabre, nuevamente
con todo el respeto, también a las autoridades que nos
acompañan. Héctor González Weeks, está
con nosotros; también Gilberto López Meyer; Héctor
Velázquez no vino.
También están Ricardo Bastón y Néstor
Aztete de Mexicana y Aeroméxico, respectivamente. Bienvenidos.
Manuel Reyes de Aeromar. Saludo con mucho respeto también
a la Secretaria General de la Asociación Sindical de Sobrecargos
de Aviación, Lizette Clavel. A Don Andrés Cárdenas
Ramírez, Presidente del Club de Pilotos Aviadores; a Miguel
Ángel Valero, del Colegio de Pilotos Aviadores; a Ramírez
Stabros, mi amigo, ex-Secretario General de esta Asociación;
a Francisco Hernández Juárez diputado, Presidente
Colegiado de la UNT. En fin, a los ex secretarios generales también
con mucho respeto y mucho afecto los saludo. A los familiares
de todos ustedes también aquí presentes, la memoria
de los capitanes Ballina y Flores; amigos pilotos, medios de comunicación,
muy buenos días a todos.
Hace un año en estas mismas fechas la verdad es que el
panorama era nublado, avecinaba turbulencia en el vuelo, se alcanzaban
a ver unos nubarrones terribles en la ruta, y todos temíamos
por lo que pudiera ocurrirle a la economía y particularmente
al empleo, al ingreso de las familias mexicanas, a nuestro sistema
financiero. Y en ese momento, recuerdo bien haber comentado con
ustedes, haberles pedido que tuviéramos conciencia de que
había tres valores fundamentales a cuidar, que siguen siendo
vigentes, pero que entonces eran más importantes aún,
las fuentes de empleo, el poder adquisitivo del dinero, el salario
y la paz laboral.
Y la verdad es que no obstante que tuvimos un año con
una caída de la economía cercana al 6.8 por ciento,
según la última estimación de la Secretaría
de Hacienda, una caída muy grande, una crisis financiera,
una crisis económica que no había visto el mundo
en los últimos 80 años.
Me voy a referir particularmente a lo que hizo esta asociación,
esta asociación que en esos momentos temía por la
pérdida masiva de empleos. Había una amenaza real
de hacer recortes de personal y particularmente de pilotos por
la disminución de la flota, de los vuelos, de las rutas,
de las frecuencias, y esa era una gran preocupación que
a todos nos tenía ocupados.

Se temía también la inminente salida del mercado
de una de las dos empresas troncales, de las dos líneas
troncales. Se temían otros efectos laterales o colaterales
para la economía, para la inflación, para el tipo
de cambio, y la verdad es que con mucho orgullo, y lo digo con
mucho orgullo porque me precio de tener esa relación que
ya destacaba Fernando Perfecto hace un momento, cercana con ustedes.
Con mucho orgullo les puedo decir que ni se perdieron los empleos
que se decía que se iban a perder en esta industria, que
afortunadamente, gracias a sus contratos multianuales pudieron
preservar en cuanto al salario y a sus incrementos ese poder adquisitivo,
porque tienes revisiones de inflación más un punto
porcentual, que en estos momentos es algo realmente avanzado en
comparación con otras revisiones, y porque no hubo una
sola huelga de este gremio con las empresas a las que sirven.
Eso se llama, señas y señores: sentido de responsabilidad,
que mucho valoramos, que mucho apreciamos y de lo cual se deben
sentir muy orgullosos.
No era fácil, pero gracias a que hubo un diálogo
fructífero y muy fluido entre ustedes y las empresas para
las que trabajan, gracias a que tuvimos confianza entre nosotros
y que pudieron tener en la mesa de la Secretaría del Trabajo
y Previsión Social esta posibilidad de comentar sus preocupaciones
y plantear sus propuestas, creo que un año caracterizado
por esta brutal caída en la economía mundial y que
también sufrimos los mexicanos por la vecindad, por la
relación tan intensiva que tenemos con los Estados Unidos,
pero después que se vio agravada, no solamente porque la
industria manufacturera sufrió desde el último trimestre
del 2008, sino que cuando nos cae, también por mala suerte
aquí en México ese virus, esa nueva Influenza A
H1N1 y que pega de inmediato, como era lógico, al sector
comercio y servicios, pero sobre todo al turismo, pues quienes
recibieron, resintieron este golpe tan severo fueron ustedes también
y, sin embargo, supieron aguantar ese temporal, supieron estar
firmar, supieron esperar mejores tiempos.
Afortunadamente, la actividad del sector turístico; por
cierto, también un saludo al representante del Secretario
del Turismo aquí presente, gracias a todo ello hoy tenemos
los niveles de antes de la crisis en el sector turístico.
Hoy estamos viendo que se reactiva la industria manufacturera,
el sector comercio, los servicios; hoy estamos viendo, afortunadamente
que después de todo, si bien en el primer semestre del
año pasado era pérdida de empleo tras pérdida
de empleo, todos los meses eran números negativos; había,
es decir, se perdían siempre más empleos de los
que se creaban en el primer semestre del año pasado.
Pero, afortunadamente, a partir de junio esto se revirtió
y junio, julio, agosto, septiembre, octubre y noviembre, consecutivamente,
fueron meses en los que creamos más empleos en la economía
formal de los que se perdieron.
Netos fueron 312 mil empleos de junio a noviembre y, claro, cada
mes de diciembre siempre viene una caída de empleo, siempre,
cíclicamente, sea un bueno o mal año en el empleo,
siempre hay una caída en diciembre porque es cuando terminan
estos contratos que tienen vigencia anual.
Pero lo que les quiero decir es que esos signos, junto con lo
que hoy se dio a conocer, la tasa de desocupación en México
hoy es de 4.8, para el mes de diciembre, fue la última
medición –digamos-; pero la de noviembre había
sido 5.2 y la de octubre 5.9 y la de septiembre 6.4.
Es decir, vamos viendo los primeros signos, todavía incipientes,
pero finalmente signos de recuperación paulatina que estamos
viviendo en México.
Y todo esto con una inflación, por cierto, de 3.57, la
segunda más baja en la historia del país, que así
cerramos el año.
La verdad es que en un año tan difícil, en el cual,
fíjense también, otro signo que habla de la responsabilidad
de todos ustedes: hubo más de 13 mil emplazamientos a huelga
en el país, de jurisdicción federal, más
de 13 mil emplazamientos y tan sólo estallaron 19 huelgas.
Es el número más bajo en toda la historia moderna
de México desde que tenemos registro de estallamientos
de huelgas de jurisdicción federal, es cuando menos hemos
tenido movimientos de huelga en México.
Y, eso no es otra más que un altísimo sentido de
responsabilidad de las organizaciones obreras de este país,
del diálogo social que han sabido mantener con los empleadores,
con las empresas, porque saben que hoy lo más importante
es privilegiar el mantenimiento de nuestras fuentes de empleo
y la creación de nuevas fuentes de trabajo.
Pero como en el caso de ustedes, además si tienen garantizado
que tienen un aumento salarial de inflación más
uno, pues qué mejor, y si además mantenemos esos
puestos de trabajo, todavía mejor.
Este año, pues la economía debe crecer alrededor
de tres por ciento, debemos estar creando entre 350 mil, 400 mil
empleos, esos son los cálculos más recientes que
ha hecho, tanto Hacienda, Banco de México, en fin. Y con
todo yo les diría: no nos alcanza, eso no es suficiente,
ni nos podemos sentir satisfechos, ni cómodos, ni conformes;
esta economía tiene que estar creciendo al cinco por ciento
anual, tenemos que estar creando 800 mil empleos por año
en la economía formal, para darle trabajo a todos los jóvenes
que están entrando al mercado año con año.
Y eso lo vamos a tener que hacer entre todos, no solamente desde
la Presidencia de la República, esto lo tenemos que hacer
con los empresarios, con las organizaciones obreras, con las organizaciones
de la sociedad civil, con los medios de comunicación; los
partidos políticos, los otros poderes de la Unión,
los gobiernos locales, municipales.

Y, precisamente, para poder llegar a esos niveles y no quedarnos
conformados con un tres por ciento de crecimiento de la economía
ó 400 mil empleos por año, precisamente para no
administrar inercias ni ser conformistas, tenemos que ir por las
reformas estructurales e impulsar muy duro la agenda de competitividad
que nos permita ser más atractivos a la inversión,
a la competencia, al capital, para crear más empleos.
Los empleos, así decía Fernando hace un momento,
que por decreto no ocurren las cosas, tiene toda la razón,
y por decreto tampoco se crean los empleos. Se tienen que crear
los empleos con la inversión, con inversión productiva
y de largo plazo, siendo más atractivos que otros países,
dándoles más seguridad jurídica para que
puedan planear en el largo plazo; esa es la única manera
segura de tener más fuentes de trabajo en México
y para generar más ingresos para los trabajadores la única
manera segura de hacerlo de manera sostenida es con productividad,
es haciendo mucho más con los mismos recursos y hacia allá
nos tenemos que volcar todos, ésa tiene que ser la lógica
de nuestro trabajo.
Pero quiero decirles que hablando de las reformas estructurales
nuevamente, y se los he dicho una y otra vez, que no me cansaré
de repetirlo, que la propuesta del gobierno federal en materia
laboral para adecuar la Ley Federal del Trabajo es que precisamente
avancemos en esos terrenos de la competitividad y de la productividad
sin sacrificar uno solo de los derechos individuales o colectivos
de los trabajadores; que debemos ser capaces de armonizar las
dos cosas, ser más productivos y más competitivos,
pero cada vez más respetuosos de los derechos de los trabajadores.
Todo lo que está plasmado en el Artículo 123 tiene
permanecer intocable, y ésa es la garantía y ése
es mi compromiso, que sepan que toda adecuación al marco
jurídico tendrá que darse sobre esas bases.
Pero también, hablando de competitividad, ésta
es una industria que incide positiva o negativamente, según
se trate, en esa competitividad; tenemos que fortalecerla juntos,
tenemos que hacerla más vigorosa, tenemos que darle certidumbre
en el mediano y en el largo plazo, tenemos que ver crezca más,
que genere más riqueza, que mejore los ingresos de sus
trabajadores, de los pilotos, de los sobre cargos, del personal
de tierra, tenemos que hacer que todo eso ocurra.
Y para que eso ocurra, yo sé que de pronto aparecen otro
tipo de nubarrones y amenazas a la industria. Me voy a referir
a dos.
Una, la posibilidad de que desaparezca una de las líneas
troncales, que sea una fusión, que sea una adquisición,
que una salga del mercado, en fin.
Estas decisiones que, desde luego, no competen a la Secretaría
del Trabajo y Previsión Social, tienen siempre que darse
con miras al beneficio del país del sector de la economía,
pero sí les puedo anticipar una cosa, bueno, dos cosas.
Primero, cualquier decisión que se tome pueden estar absolutamente
convencidos de que ocurra lo que ocurra en una reestructuración
en este sector, todo, junto con una política integral como
la que sigue insistiendo Fernando Perfecto, y con la cual estoy
totalmente de acuerdo, que tengamos una política integral
de Estado, de Estado mexicano para este sector de nuestra economía,
en el que participemos todos, empresarios, sindicatos, autoridades.
Lo que sí les puedo yo garantizar es que ocurra lo que
ocurra, que yo no lo pudo ni anticipar, ni lo puedo saber, ni
lo puedo adivinar, porque sí les puedo garantizar que cualquier
reestructuración que haya en este sector pasará
por el respeto absoluto a los derechos adquiridos todo ustedes;
y de eso me voy a encargar yo. Cualquier adecuación que
haya en el mercado tiene que pasar por el respeto pleno de esos
derechos individuales y colectivos adquiridos por todos y cada
uno de ustedes; y que si ha de haber algún arreglo, alguna
readecuación, un nuevo arreglo institucional o estructural,
que sea siempre primero platicado y consensado; y segundo, que
parta de este respeto pleno a sus derechos.
Pero también que partamos de la base de que todo esto
es para sumar y no para restar, que cualquier reestructura debe
suponer que vamos a mantener y a cuidar las fuentes de empleo
que hoy tenemos.
Entonces si es para fortalecer, qué bueno, para sumar
qué bueno, pero nunca para restar y para dividir y mucho
menos para vulnerar los derechos de todos ustedes que con tanto
trabajo nos han conquistado.
Otra amenaza, proveniente ayer del otro lado del Atlántico.
Tres gobernadores ayer sugirieron la posibilidad de abrir los
cielos mexicanos a la entrada indiscriminada de líneas
aéreas extranjeras; apertura de cielos, cielos abiertos,
política de cielos abiertos.
Tuve la oportunidad esta mañana de conversar con el Secretario
de Comunicaciones y Transportes, Juan Molina Horcacitas, con quien
toqué el tema, porque quería yo hablar de ese tema
con ustedes y les puedo transmitir textualmente lo que él
me ha dicho: “El gobierno federal no tiene planteado, planeado
ni propondrá la apertura de los cielos mexicanos a las
líneas extranjeras como se ha propuesto”.
Tenemos que fortalecer entre nosotros la competencia, una competencia,
por cierto, leal y no desleal, una competencia donde pesen lo
mismo los contratos colectivos y no haya unos de membrete y otros
serios. Tenemos que fortalecer la competencia entre nosotros con
nuestros cielos y con nuestros pilotos, nuestros sobrecargos,
nuestro personal de tierra y nuestras líneas aéreas;
y mantener nuestros convenios con otras potencias, con otros países
en el mundo sobre bases de reciprocidad.

Pero que no so pretexto de que queremos aumentar el turismo o
queremos facilitar la baja de tarifas lo hagamos a costa del enorme
esfuerzo que nos ha costado crear estas líneas aéreas,
preparar nuestros pilotos, darles un trabajo y ponernos en sus
manos y poner nuestras vidas en sus manos cada vez que volamos.
Así que quede claro, el gobierno no está planteando
esa política de cielos abiertos.
Y a pesar de que yo sé, me lo ha dicho el capital Perfecto,
que se mantiene una mejor relación en estos tiempos con
Aeromexico, con Mexicana, quedan algunos pendientes, particularmente
con Aeromexico, que hemos venido platicando con el capitán
y yo personalmente con la gente de la aerolínea, quiero
informarles que este próximo jueves nos vamos a sentar
Andrés Conesa, Fernando Perfecto y un servidor, con sus
respectivos equipos de trabajo, para ver todos y cada uno de los
pendientes que queden por resolver, de los incumplimientos que
queden por atender o por solventarse pero no nos vamos a parar
de esa mesa el jueves; bueno, quizás para un par de pequeños
espacios naturales en este tipo de juntas, llamadas “escalas
técnicas” en el gremio de ustedes; pero fuera de
eso, nos vamos a quedar sentados ahí hasta que resolvamos
hasta el último de los pendientes que tengamos.
Ese es el compromiso que asumí con Fernando, ya lo hablamos
con Andrés, así que lo que quede pendiente con Aeroméxico
queda resuelto esta semana que entra.
Entiendo con Mexicana las cosas van mejor, vamos a ver si todo
va en orden y si no, en las próximas semanas también
a la mesa y hasta que no se resuelvan todos los temas.
Y entiendo que con Aeromar también hay algunos adeudos
pendientes por atender. Yo le recuerdo a la directiva de Aeromar
aquella máxima del bodeguero que reza: “Toma chocolate,
paga lo que debes”.
Y bueno, decía hace un momento Fernando, de veras, es
algo que tenemos que impulsar juntos, una política de Estado
en materia de aviación, de aeronáutica civil en
México. Y estoy absolutamente de acuerdo, porque también
de fondo estoy convencido de que la única manera de que
a este país le termine por ir bien, bien y de buenas en
el largo plazo, es que entre todos los políticos nos pongamos
de acuerdo en el tipo de país que queremos, en las metas
de Estado que buscamos y que anhelamos, y que más allá
de coyunturas político-electorales, intereses personales
o de grupos partidistas, seamos capaces de impulsar esa agenda.
Es muy lamentable, desafortunadamente, que cada año que
podemos estar en aptitud y en actitud de estar en la mesa, de
llegar a acuerdos, de resolver nuestros problemas, sumando todas
nuestras fuerzas, todas nuestras voluntades, porque contra lo
que se piense, hoy la Presidencia de la República ni cuenta
con todos los recursos fiscales para resolver los problemas, ni
tiene todos los recursos jurídicos, las atribuciones, las
facultades constitucionales para atender toda la problemática,
ni tampoco tiene todos los recursos políticos, porque nuestro
partido tampoco tiene la mayoría en el Congreso de la Unión.
Es decir, nos necesitamos unos a otros. Y así como empresarios
necesitan a pilotos o sobrecargos, personal de tierra, lo mismo
el Poder Ejecutivo necesita del Legislativo, del Judicial, de
los partidos políticos, de los gobiernos locales, de los
municipales, para sacar adelante una agenda común.
Yo lo que espero es que en este 2010, que es el año de
la Patria, que estamos celebrando el Bicentenario de la Independencia,
el Centenario del inicio de nuestra Revolución; donde está
el Mundial de Fútbol, que México va a inaugurar
con Sudáfrica; tantas cosas que avecinan y que espero que
nos vaya bien, pues que tengamos también la aptitud y la
actitud para que más allá de la coyuntura político-electoral
saquemos adelante a nuestro querido país.
Termino por hacer este nuevo reconocimiento a ASPA, una asociación
sindical, como decía Fernando, es cierto, democrática,
vigorosa, transparente, respetuosa, cercana.
Yo le agradezco mucho el que confíe en el diálogo
con nosotros y también no solamente le agradezco, sino
que le reitero que, efectivamente, no necesita estar condicionado
ese diálogo a nada ni a nadie. Las puertas de la Secretaría
del Trabajo y Previsión Social están totalmente
abierta para pilotos, para sobrecargos, para personal de tierra,
para que sepan que ahí los podemos tratar con el respeto
y con la agilidad que merecen.
Y quiero decirles que pueden y deben, Fernando, contar conmigo
siempre. Que esa confianza que están depositando en nosotros,
en nuestro trabajo, en nuestra dedicación, en nuestro ánimo
de conciliación es perfectamente correspondido, que les
tenemos mucho aprecio y mucho respeto.
Y que estoy seguro que en ese ánimo y en esa confianza
y en ese contexto las cosas irán en el 2010 mucho mejor
en este año que acaba de concluir, en el 2009.
A todos ustedes, aunque ya sea un poco tarde, porque ya estamos
a 22 de enero, pero todavía cabe un deseo muy sincero para
ustedes, para sus familias, que este 2010 sea un gran año,
donde haya mucha salud, donde haya trabajo, donde haya progreso,
donde haya bienestar, donde haya felicidad; que así sea
para ustedes y para México.
Por su atención, muchísimas gracias, muy buenos
días.