Muy
buenas tardes, amigas y amigos.
Señor ingeniero Eugenio Hernández Flores, Gobernador
del Estado de Tamaulipas. Muchas gracias por sus palabras. Señor
licenciado Rodrigo Medina de la Cruz, Gobernador del Estado de Nuevo
León.
Profesor Humberto Moreira Valdés, Gobernador del Estado
de Coahuila. Señoras y señores Legisladores Federales,
aquí presentes.
Señoras y señores Presidentes Municipales de los
municipios afectados. Señoras y señores servidores
públicos de la Federación.
Señoras y señores de los medios de comunicación.
Amigas y amigos:
Agradezco mucho que estemos juntos en esta revisión del
Paquete de Acciones, tanto de los gobiernos Federal, como estatales,
en beneficio de la población afectada por el Huracán
Alex, en los Estados de Coahuila, de Nuevo León y de Tamaulipas.
Este Paquete se suma a las medidas que se han aplicado ya de manera
inmediata para atender la emergencia, muchas de ellas ya no sólo
aplicadas, sino también anunciadas o anticipadas, desde la
semana pasada.
El objetivo que todos tenemos, que compartimos, es el de dar una
respuesta integral para mitigar los efectos de esta desgracia natural,
y entrar ya de lleno a la etapa de reconstrucción, que es
tan necesaria.
Alex ha sido, como se ha mencionado aquí, amigas y amigos,
uno de los huracanes más destructivos que se tenga registro
en el Noreste del país.
Como bien ha dicho el Gobernador Medina, se tomaba como referencia,
durante décadas, los efectos del Huracán Gilberto;
su paso, precisamente, por la Zona Metropolitana de Monterrey, pero
si se considera que tan sólo por la cantidad de agua, en
el mismo lapso de tiempo el Huracán Alex trajo ya el triple
de agua a esa zona e incluso ya degradado a tormenta tropical, podemos
darnos una idea de la magnitud del impacto que tuvo este fenómeno
natural.
Las lluvias torrenciales que todos contemplamos a través
de los medios de comunicación, el desbordamiento de los ríos,
las inundaciones que provocaron daños graves a viviendas,
a escuelas, a redes de agua potable, a la red de electricidad y
drenaje, a los sistemas de comunicaciones, a las vialidades, a las
carreteras, a los puentes, a las vías de ferrocarril, a la
agricultura y la ganadería, al comercio, al aparato productivo,
al comercio internacional hacia Estados Unidos; en fin, fue un fenómeno
que impactó severamente a nuestra sociedad y que reclama,
como también se ha dicho aquí, la atención
unida y el esfuerzo de todos, más allá de particularidades
y diferencias de carácter político o de cualquier
otra índole.
El hecho es que miles de familias perdieron su hogar, perdieron
sus pertenencias y algunas de ellas, por desgracia, perdieron también
a sus seres queridos.
Así, coahuilenses, nuevoleoneses y tamaulipecos, han vivido
días de angustia y de sufrimiento y, sin duda, lo más
doloroso ha sido la pérdida de vidas humanas, ciertamente
no tan cuantiosas como lo fue en aquella ocasión del Huracán
Gilberto, pero de cualquier manera dolorosa.
Y sabemos, amigas y amigos, que eso es lo único que no podemos
recuperar y es lo más doloroso. Será motivo de tristeza
para todos.
Desde el primer momento hemos dado seguimiento puntual a lo que
sucedió y lo que sucede todavía en las zonas afectadas.
He realizado giras de trabajo a cada una de las entidades federativas
afectadas, para hablar con los damnificados, para evaluar los daños,
para supervisar las acciones de ayuda del Gobierno Federal y para
tomar ahí, en el sitio, las decisiones que sólo un
Presidente puede tomar, precisamente, en situaciones de emergencia.
Hemos actuado también con decisión para brindar auxilio
a la población damnificada.
En las labores de asistencia, de socorro y de rescate, también
yo quiero reconocer, como ya se ha hecho aquí, la labor de
nuestras Fuerzas Armadas, porque han dejado constancia, una vez
más, hay que decirlo, de su enorme vocación de servicio
a los demás y de servicio a México.
De manera inmediata, la Secretaría de la Defensa se hizo
presente con el Plan DN-III y la Armada de México con el
Plan Marina, sin menoscabo de otras actividades que, precisamente,
realizan en la región, en coadyuvancia con otras autoridades,
para salvaguardar la seguridad interior del país de conformidad
con su tarea constitucional.
En conjunto, cerca de tres mil soldados y marinos rescataron a
casi 13 mil personas. Elaboraron, repartieron alrededor de 135 mil
raciones de comida, distribuyeron ayuda humanitaria y apoyaron físicamente
las labores de limpieza y de vigilancia en beneficio de 33 mil familias.
Fueron los soldados y los marinos los que estuvieron ahí,
limpiando, sacando los muebles que se habían dañado,
limpiando del lodo las viviendas y las calles; ayudando a las familias,
trasladándolos a los albergues, dándoles de comer
a muchos de ellos, etcétera.
A mí me queda claro, nuevamente, que nuestras Fuerzas Armadas
han cumplido con honor, con entrega y patriotismo la misión
humanitaria que se les ha encomendado, y merecen también
un aplauso, pienso, para ellos.
Así como hemos trabajado con determinación para auxiliar
a la población afectada, también se ha actuado con
oportunidad para contribuir a algo muy importante en situaciones
de desastre, que es garantizar el orden y la seguridad, restablecer
la prestación de los servicios básicos y prevenir
cualquier brote infeccioso.
Aquí es de llamar la atención, también, algo
que ya es recurrente cuando se presenta una desgracia natural, que
es la labor de los trabajadores de la Comisión Federal de
Electricidad, que incluso, todavía, en medio de la tormenta
y con riesgo de su propia vida, se avocan generosamente a restablecer
el servicio eléctrico de inmediato y con ello, también,
muchas veces el servicio del suministro de agua potable, que depende,
precisamente, de la red de bombeo de los suministros urbanos.
Para enfrentar los gastos más urgentes en estos estados,
yo quisiera comentarles que en otras ocasiones, al inicio del Gobierno,
recuerdo que los gastos del FONDEN, principalmente, dado que quedó
sujeto a una serie de desconfianzas y reglamentaciones, tardan generalmente
meses, y en algunos casos hasta años, en proveerse y en hacerse
llegar, precisamente, a las obras o a las acciones que lo requieren.
Déjenme decirles que ahora, merced a algunos cambios regulatorios
que se han hecho, para enfrentar lo inmediato, que es auxiliar la
población civil, para enfrentar el tema de albergues y suministro
de los primeros gastos, los que son los gastos más urgentes,
digamos, en la tragedia en los tres estados, el FONDEN, el Fondo
de Desastres Naturales, había liberado hasta ayer más
de 900 millones de pesos, algo inédito.
Y quiero insistir en algo muy importante. No es todo lo que apoya
el FONDEN. Son apenas los apoyos parciales, los apoyos iniciales
para enfrentar con mayor agilidad los primeros momentos del desastre
natural.
Es evidente que estos recursos se tendrán que multiplicar
en los próximos días, pero particularmente, amigas
y amigos, a partir de que concluya la evaluación de daños
que se está realizando en todos los municipios declarados
en situación de desastre en Coahuila, Nuevo León y
Tamaulipas.
Como ya bien ha dicho el Secretario de Hacienda, y éste
es un punto muy importante, sabemos que el Fondo Nacional de Desastres,
el FONDEN, tiene finalmente una aportación presupuestal limitada,
un poco más de tres mil millones de pesos, que en opinión
de la Secretaría, que probablemente se verá rebasada,
tan sólo por las consecuencias del Huracán Alex.
Ha dicho el Secretario, y yo lo refrendo, que estamos buscando,
precisamente, cómo generar economías, cómo
pedir la comprensión en diversos sectores y, desde luego,
la pido para los legisladores, aquí presentes, para poder
proveer de fondos adicionales al FONDEN, a fin de poder enfrentar,
sin limitación, en este caso de presupuesto, sino orientados
precisamente por la magnitud de los daños estimados por los
propios Comités, la tragedia y los daños del Huracán
Alex.
En otras palabras, vamos a respaldar y responder, conforme a las
reglas del Fondo Nacional de Desastres, a fin de restablecer la
infraestructura que se tenga que restablecer y restaurar los daños,
hasta donde ello sea posible hacer.
Pero en esto, el mensaje claro que queremos decirle a Nuevo León,
Tamaulipas y Coahuila, es que han contado y seguirán contando
con el decidido apoyo del Gobierno Federal para salir adelante de
esta tragedia.
He señalado también, que tenemos la firme voluntad
política de trabajar con todos. La voluntad política
de mi Gobierno es de trabajar, codo con codo, con los Gobiernos
estatales de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, con las autoridades
municipales y con los habitantes de la región, para que las
zonas afectadas vuelvan a la normalidad lo más rápidamente
posible.
Debo decir, también, que he estado muy atento a los pronunciamientos,
a los puntos de acuerdo, y a los exhortos generados, tanto por las
y los legisladores en la Cámara de Diputados, en la de Senadores,
pertenecientes a estos estados, como a los grupos parlamentarios,
que también me lo han hecho saber de manera unilateral, así
como con los acuerdos tomados en la Comisión Permanente del
Congreso de la Unión.
Y las acciones que hoy recapitulamos o anunciamos en este evento,
responden también al cumplimiento del Gobierno Federal, de
los exhortos y los puntos de acuerdo realizados en el seno del Congreso
de la Unión. El compromiso colectivo, no sólo del
Gobierno Federal, sino de los distintos Poderes y órdenes
de Gobierno, estoy seguro, el compromiso colectivo es no sólo
recuperar y resarcir las pérdidas materiales, sino dejar
las cosas mejor que antes; y tomar aquellas decisiones que deben
de tomarse para evitar que se sigan repitiendo tragedias similares.
Una muy importante. Por ejemplo, la reubicación de familias
ubicadas en los lechos de los ríos o en zonas que corresponden
a propiedad Federal y que deben ser, precisamente, dejadas libres
para poder desahogar avenidas extraordinarias, como las que se han
presentado ahora.
Déjenme decirles, también, que a mí no me
cabe duda de que lo vivido en el Noreste es consecuencia, entre
otras cosas, del cambio climático, que está afectando
al mundo en general, sí, pero, además, a algunos países
en particular. Esto es un énfasis que hay poner los mexicanos.
Hay en el concierto de naciones Estados, naciones que están
más afectados que otras. Concretamente, por ejemplo, los
Estados insulares, los pequeños Estados insulares, aquellas
naciones que están en islas y que están a nivel del
mar, y que de generarse las predicciones hechas por científicos
sobre cambio climático, en este mismo siglo pueden quedar
cubiertos por el agua, al aumentar el nivel del mar.
Esos, digamos, están en la primera línea de afectación
del cambio climático. Pero, en líneas muy próximas
de afectación de cambio climático están, precisamente,
los países que en Asia o en América somos los directamente
afectados por fenómenos naturales, como tifones en Asia y
huracanes en América, particularmente, Centroamérica,
México y Estados Unidos, que vamos a sufrir cada vez más
una mayor severidad en el impacto de huracanes y tormentas tropicales.
En otras palabras, nuestro país está entre los países
que sufrirán o que tienen una mayor vulnerabilidad en las
afectaciones de cambio climático. Por la misma razón,
México debe hacer un esfuerzo también especial para
generar un consenso a nivel mundial que nos permita mitigar acciones
de calentamiento global antes de que ello sea demasiado tarde.
Ya, por lo pronto, con lo que tenemos que hacer en el Noreste del
país, con lo que hemos hecho en Tabasco, ya estamos pagando
las consecuencias, y apenas estamos haciendo la erogación
de los costos de adaptación, como le llama la comunidad científica;
es decir, los costos que tiene que realizar cada país para
adaptarse, para aguantar, digamos, para resarcir los daños
del cambio climático.
Hay que invertir también en mitigación de emisiones
para que, finalmente, un día estos efectos dejen de tener
la inclemencia que ahora registran sobre nuestro país. Enfrentamos,
amigas y amigos, señores Gobernadores, una tragedia de gran
magnitud que reclama una respuesta clara y contundente.
Las acciones que se dan hoy a conocer, se enmarcan, por parte del
Gobierno Federal, en tres grandes ejes. Primero. Medidas dirigidas
a proteger el ingreso y el patrimonio de las familias, salvaguardar
su bienestar y recuperar la normalidad en sus vidas.
Dos. Medidas destinadas a preservar el empleo, a cuidar las inversiones
y reactivar los sectores productivos en el Noreste del país.
Y tres. Medidas orientadas a rehabilitar la infraestructura dañada
para el desarrollo regional.
Los Secretarios, que nos han precedido en el uso de la palabra,
ya han presentando un resumen de los apoyos comprometidos. A mí
me gustaría destacar las medidas más relevantes y
el sentido estratégico de cada eje.
Por el primer eje. Proteger el ingreso y el patrimonio, salvaguardar
la calidad de vida y recuperar la normalidad de las familias, las
medidas que se han tomado son las siguientes:
Primero. Una vez realizada la evaluación de daños,
se apoyará en la reparación, reconstrucción
y reubicación de alrededor de 20 mil viviendas dañadas.
Aquí el apoyo va a ser múltiple, va a ser desde el
resarcimiento de daños menores en vivienda, generalmente
el lodo que entra a las casas, la necesidad de volverlas a pintar
y de hacer algunas reparaciones, con apoyos, más o menos,
de cinco mil 500 pesos por vivienda, hasta reparaciones mayores
o daños totales, con apoyos cercanos, en algunos casos, a
los 100 mil pesos; más aquellas acciones o programas de vivienda
del Gobierno Federal como, por ejemplo, las que van por cuenta de
FONHAPO o de la CONAVI, que nos permiten, precisamente, apoyar a
los damnificados, en conjunto con las acciones de los gobiernos
estatales.
Segundo. Ya se está realizando un censo, familia por familia,
para ver quiénes perdieron sus pertenencias y a medida que
se censa una colonia, se empieza la aplicación de recursos,
como ya se ha comentando aquí, también.
En el caso del Gobierno Federal, con modalidades como un caso de
Coahuila, que puede ser gobierno del estado en especie, en otros
apoyo económico, se da generalmente un apoyo de reposición
de enseres domésticos, que alcanza hasta 10 mil pesos, aparte
del de reparación de vivienda, generalmente la mitad aportada
por el gobierno estatal, la mitad aportada por el Gobierno Federal,
para cada una de las familias damnificadas.
Tercero. Se puso en marcha el Programa de Empleo Temporal
Inmediato en beneficio de 16 mil familias, que tuvieron estos días
y tienen todavía, en muchos casos, un ingreso económico
que nos permite que a la vez que coadyuvan en las tareas de limpieza,
les permite a ellos tener medios de subsistencia.
Cuarto. Los Programas de Oportunidades, Apoyo Alimentario, 70 y
Más, ya han adelantando la entrega de 450 millones de pesos
en beneficio de 240 mil familias y cerca de 100 mil adultos mayores
de escasos recursos.
Quinto. PROFECO realiza operativos permanentes para evitar aumentos
abusivos e indiscriminados de precios de productos básicos.
Y sexto. Las acciones de salud que en los tres estados se realizan
para garantizar la atención de más de 40 mil personas
que viven en situación de riesgo, aplicar 75 mil vacunas
y evitar brotes epidémicos, principalmente de dengue. Las
Caravanas de la Salud por su parte, están brindando apoyo
a más de 12 mil personas.
Por lo que toca al segundo eje, preservar el empleo, cuidar las
inversiones y reactivar el sector productivo, las medidas son:
Uno. A través del programa de apoyo a empresas afectadas
por desastres naturales se canalizarán cerca de mil millones
de pesos en financiamiento para pequeñas y medianas empresas
afectadas. Por ejemplo, una PyME podrá disponer de crédito
hasta por dos millones de pesos para reponer maquinaria y reconstruir
muebles con plazos de cinco hasta 10 años.
Dos. Se han creado diversos esquemas complementarios de apoyo y
de respaldo a las PyMES. Como parte del esfuerzo, por ejemplo, se
prevé ofrecer apoyos directos hasta por 15 mil pesos a más
de 350 microempresarios que perdieron todo, sufrieron daños
físicos, la paletería, la tiendita, en cada una de
las zonas afectadas. Y se van a invertir, además, 45 millones
de pesos para reponer maquinaria y equipo de micro negocios.
Tres. Para apoyar a trabajadores que han perdido su empleo,
además del Programa de Empleo Temporal Federal, se han puesto
en marcha las brigadas de operación transitoria, donde se
han inscrito 12 mil personas ya y se cuenta con un monto comprometido
cercano a los 50 millones de pesos.
Cuarto. Se van a activar y vamos a ayudar a que se cobren, además,
todos los seguros catastróficos y programas de ayuda para
contingencias climáticas, a fin de mitigar las pérdidas
entre productores agrícolas y pecuarios.
Cinco. Se adelantará la entrega de PROCAMPO, 440 millones
de pesos, y la de PROGAN también, en beneficio de 110 mil
productores.
Y seis. Se agilizarán los créditos y la entrega de
apoyos productivos para agricultores y ganaderos de la región;
tan sólo para la compra de activos, por ejemplo, se prevé
apoyar tres mil 500 proyectos con una inversión Federal de
más de 900 millones de pesos.
A estas acciones se agregan los apoyos fiscales anunciados la semana
pasada que no repetiré, pero en esencia permiten diferir,
financiar y deducir, de manera inmediata, un monto equivalente a
20 mil millones de pesos, considerando las facilidades otorgadas
por el SAT, por el INFONAVIT y por el Seguro Social.
Por lo que respecta al tercer eje, que busca rehabilitar la infraestructura
regional, estamos trabajando en varias acciones y, como bien dijo
el Gobernador de Tamaulipas, es donde más se va a requerir
el apoyo económico.
Primero. Con los recursos liberados por el FONDEN ya se han iniciado
las obras para restablecer los servicios de agua potable y saneamiento
en las zonas afectadas, así como desazolvar y limpiar los
cauces de los ríos.
Los señores Gobernadores ya han manifestado que en sus respectivas
poblaciones ya se ha restituido, en algunos casos, prácticamente
en su totalidad el servicio de agua potable. Qué bueno que
así sea.
Segundo. El Gobierno Federal invertirá casi cinco mil millones
de pesos para reconstruir la infraestructura hidrológica
en los tres estados.
Por ejemplo, tan sólo para restituir el cauce del Río
Santa Catarina, en Nuevo León, que atraviesa Monterey, se
van a destinar más de tres mil 300 millones de pesos.
Tercero. No sólo se va a reconstruir el cauce sino, me imagino,
lo que más le interesa a los regiomontanos, son las avenidas,
las calles.
Se van a reconstruir, además del gasto que tendrá
que hacer CONAGUA sobre el cauce del río, se van a reconstruir
de inmediato las Avenidas Morones Prieto y Constitución,
en la Ciudad de Monterrey, y se realizarán estudios para
modificar su trazo en algunos puntos, a fin de evitar que pasen
por dentro del cauce del Río Santa Catarina.
Para ello ya se tiene previsto una inversión inicial, prácticamente,
de 500 millones de pesos.
Cuarto. Se han agilizado los trabajos de limpieza, y de reparación
de puentes, carreteras y autopistas, como Saltillo-Monterrey, Ciudad
Victoria-Monterey y Monterrey-Nuevo Laredo, que es vital para la
economía del país. Así también las vías
férreas en los tres estados dañados.
Quinto. Ayer comentaba, y hoy reitero, que el Gobierno Federal
utilizará todos los recursos a su alcance para garantizar
el inicio oportuno del Ciclo Escolar 2010-2011 en estas zonas.
Habremos de reparar, junto con los gobiernos locales y con la sociedad,
las casi mil 600 escuelas de educación básica que
tuvieron algún tipo de daño.
El Gobierno Federal, amigas y amigos, apoya con hechos a quienes
más lo necesitan. Con estas medidas ratificamos nuestro compromiso
con el desarrollo humano, social y económico de Coahuila,
de Nuevo León y de Tamaulipas.
Sabemos que miles de familias del Noreste del país tienen
temor de ver frustradas sus posibilidades de salir adelante, y no
consentiremos en que ello ocurra. Estaremos con esas familias, apoyándolas
y ayudándolas.
Señoras y señores.
Señores Gobernadores.
Señores Legisladores:
Vivimos tiempos de desafío, pero por lo mismo, son también
tiempos de unidad, de solidaridad y de corresponsabilidad para superar
los retos que nos han tocado. La reconstrucción de las zonas
afectadas, como otros problemas y desafíos que enfrentamos,
nos convoca a todos y nos compromete a todos.
Es una causa que está por encima de colores partidistas,
de ideologías o de coyunturas políticas. Es una tarea
que no admite indecisiones ni regateos. Cada quien tiene un papel
importante que realizar.
Los mexicanos somos un pueblo solidario, humanista y generoso.
Hoy es indispensable que honremos esa tradición y ayudemos
a los afectados por el huracán.
Reitero el llamado a la sociedad a que, precisamente, genere un
espíritu de colaboración y construcción, que
nos permita no sólo reconstruir la infraestructura dañada,
sino también, reconstruir un ánimo y un espíritu
de unidad en la sociedad que tanto necesita México.
Agradezco, por cierto, a la Cruz Roja Mexicana que, junto con el
DIF Nacional y estatales, tuvo un acopio de más de dos mil
500 toneladas de víveres y ayuda a las zonas afectadas.
Y, desde luego, a todas las dependencias y entidades, a la sociedad
civil, a los donantes, que ya han sido mencionados, y que con su
generosidad están contribuyendo a reconstruir los daños
del Huracán Alex.
El Gobierno Federal seguirá actuando con determinación
para ofrecer soluciones responsables, soluciones sensibles a problemas
reales, porque nuestro compromiso es seguir avanzando en la transformación
de México, y sé que juntos lo vamos a lograr.
Muchísimas gracias por su presencia.
|