
Muchas
gracias, y muy buenos días tengan todos ustedes, me da un
gran gusto, no solamente participar en este foro sino, saludarlos,
y muy particularmente saludar a todos los amigos que nos acompañan
en esta mesa de honor, en este presidium, especialmente a María
de los Ángeles Moreno, a quien conozco desde hace muchos
años, y que si algo puede dejar como testimonio y constancia,
es que se trata de una mujer preparada, comprometida, capaz, muy
generosa, y una gran amiga, además una gran defensora de
la Ciudad de México y eso todos se lo apreciamos.
Me
da particular gusto saludar a quien hace posible este foro, como
presidente de la Liga de Economistas Revolucionarios de la República
Mexicana, Alberto Cano Velez, quien muy amablemente me invitó
a participar para inaugurar este foro, lo hago con muchísimo
gusto y desde luego le reconozco por la organización de tan
importante reunión. También quiero agradecer a Marco
Antonio Michel, que es el coordinador del Foro, a los senadores
Carlos Aceves del Olmo, que además es presidente de la Comisión
de Trabajo y Previsión Social en el Senado de la República,
y no solamente es uno de quienes suscribe la iniciativa que hoy
nos ocupa, sin que por su propia misión y por ser uno de
los hombres más relevantes dentro de la Confederación
de Trabajadores de México, la CTM, pues su sola presencia
aquí, es un signo muy particular, es un mensaje muy claro,
de la importancia que reviste este tema para el mundo laboral en
México.
Lo
mismo a Don Carlos Lozano de la Torre, senador de la República,
a mi amigo, paisano, ex jefe, Melquíades Morales Flores,
que también está con nosotros, al diputado Juan Carlos
Velasco, mucha gracias.
Lo
primero que quiero destacar en esta ocasión es la iniciativa,
esta palabra que tenemos ya en nuestro lenguaje común, en
el lenguaje institucional, en el lenguaje parlamentario, de presentar
propuestas de ley, pero quiero apuntar que este término,
iniciativa, al que se refiere el artículo 71 Constitucional,
es primero que nada tomar posición, definirse a sí
mismo y en el contexto de que se trate, precisamente a partir de
lo que se esta buscando, esta es una iniciativa que se está
presentando, porque tienen la aptitud, la facultad Constitucional
los senadores de la República para hacerlo, para que pueda
entrar entonces al flujo de discusión, aprobación,
promulgación, publicación y entrada en vigor una Ley.

Esa
iniciativa encierra sobre todo, la convicción de quienes
como María de los Ángeles Moreno o Carlos Aceves aquí
presentes, piensan, conciben al trabajo no solamente como la forma
de desarrollar una labor a cambio de un ingreso, están viendo
que el trabajo tiene que estar aparejado y acompañado de
otro tipo de condiciones y características, que lo hagan
no solamente como una labor, una chamba; de lo que se trata es de
ese trabajo formal que venga aparejado de previsión social.
Y la previsión social significa entre otras cosas este derecho
a la salud, y la salud implica asimismo, un insumo fundamental,
que es el de una buena y balanceada, fortificante alimentación.
Esto
se inscribe también en algo que la Organización Internacional
del Trabajo ha denominado también como el trabajo decente,
es un término que acuña por ahí del año
99 Juan Somavía, el chileno que dirige esta Organización
Internacional del Trabajo, y que al preguntarle yo precisamente
hace algunos meses, ¿por qué hablar de trabajo decente
y no de trabajo digno?, que pareciera que es un término mucho
más cercano a nuestro lenguaje común, y me dijo: porque
finalmente la dignidad está en cada uno de nosotros, en cada
uno de los trabajadores, puede estar en condiciones precarias, y
sin embargo, conducirse con absoluto sentido de dignidad, y con
una gran honor.
El
trabajo decente, en cambio, lo que me explicaba, es todo el contexto
que debe acompañar a un trabajo formal, con seguridad social,
con previsión social, con una adecuada equidad de género,
con inclusión laboral, sin discriminación, sin explotación
laboral infantil, en un medio ambiente propicio, en un contexto
familiar y socialmente responsable, con pleno respeto a la persona,
a su dignidad humana, ese es el trabajo decente.
Entonces
cuando uno piensa en el trabajo del siglo XXI, necesariamente, y
por eso hoy celebro tanto, que el nombre de la Secretaría
del Trabajo sea Trabajo y Previsión Social, tal y como lo
establece el título correspondiente de la Constitución
de la República, porque no debemos conformarnos con un solo
trabajo y su correspondiente remuneración, hay que ir por
más, y esta iniciativa, esta iniciativa de Ley de Ayuda Alimentaria
para los Trabajadores, va para allá.
Pero
también otra característica, que se basa o intenta
hacer una ley Reglamentaria del Artículo Cuarto Constitucional,
que se refiere al derecho a la protección a la salud de todo
mexicano, es decir, está vinculada con el trabajo, sí,
pero también con el derecho a la salud, y eso lo hace muy
valioso, porque sabemos que en nuestro país tenemos el 67
por ciento de la población entre 20 y 65 años, con
problemas de obesidad y sobrepeso, esa es una realidad, si lo llevamos
eso al terreno laboral, tenemos que 29 millones de nuestros trabajadores
están en esa circunstancia.
¿Por
qué se da esto? Precisamente por el círculo vicioso
que se ha construido, que viene de una mala alimentación,
una mala capacidad, falta de concentración, poca productividad,
una mano de obra quizás no tan calificada, menos producción
de riqueza, menos generación de ingreso, una distribución
más equitativa del mismo, un salario menor, y por lo tanto
un menor acceso a una alimentación más balanceada
y repetimos es círculo vicioso.

Yo
por eso también celebro que uno de los presentes sea Christopher
Wanjek, pero qué gusto conocerlo, catedrático de Harvard,
y que además escribió este texto que ha servido como
base a OIT como base para toda esta reflexión, y sirvió
también como base para la exposición de motivos de
esta iniciativa de ley, food at work, y que eso nos está
permitiendo hacer un balance muy claro de lo que representa la alimentación
en algo que es no solamente previsión social, es decir, esta
iniciativa apunta a un altísimo contenido social, pero también
a un alto contenido en la productividad de las relaciones laborales,
de la competitividad de una economía y de la generación
de riqueza.
¿Cuál
es entonces la gran virtud de esta iniciativa?. Que apunta hacia
los dos lados, derecho a la salud, sí, previsión social
como una condición, pero a partir del supuesto de que justamente
con una mejor alimentación habrá también una
mayor productividad en el trabajo.
¿Cuál
es el tema que yo considero que va a ser motivo de mayor discusión,
de mayor reflexión y también de una altísima
consideración por lo que hace a la responsabilidad de los
legisladores que van a discutir y en su caso aprobar esta iniciativa,
es el tema fiscal, porque lo que la iniciativa está planteando
es que más allá de lo que establece la Ley Federal
del Trabajo, que son los casos de manera limitativa en los cuales
el patrón está obligado a proveer de los alimentos
correspondientes, no dice qué tipo de alimentos.
Suponemos
que tienen que ser alimentos balanceados y fortificados, pero establece
de manera limitativa tales casos, y lo hace cuando se tienen que
trasladar al extranjero, a más de cien kilómetros
de distancia, cuando trabajan en hoteles o restaurantes, cuando
están en aeronaves o en buques, en fin, en el campo, pero
no tenemos una figura como la que hoy se está planteando,
que de manera voluntaria, o concertada tratándose de contratos
colectivos de trabajo, se pueda precisamente comprometer el patrón
o el empleador a proveer de esos alimentos, ya sea en comedores
propios, ya sea en vales de despensa, ya sea con vales de restaurantes,
pero que esa obligación que asumiría de manera voluntaria
o concertada el patrón, se viera reflejada , claro está,
en un incentivo fiscal, al hacer deducible como parte de toda esta
canasta de prestaciones sociales, este incentivo, o esta ayuda alimentaria
para los trabajadores.
Entonces,
parte de la base de que tiene que ser voluntaria o concertada, pero
siempre acompañada de un incentivo fiscal, y éste
es el gran reto a demostrarle a nuestros amigos.
Entiendo
que viene el Subsecretario Werner a la hora de la comida, con ellos
hay que hablar, a partir de que se resta todo aquello que se deja
de ingresar a la hacienda pública por efecto de la deducción
o deducibilidad de éstos apoyos alimentarios, pero que lo
que se produce primero en la reactivación de un mercado por
ejemplo, de los restaurantes, de los vales, de lo que es la alimentación
en sí misma dentro de un determinado mercado local, pero
además de ello lo que implica el aumento en productividad,
el aumento en lo que es la economía, es decir, si logramos
convencernos primero, y convencer en su caso a la Secretaría
de Hacienda, de que esto se puede convertir en una fuente adicional
de ingresos a partir de la deducibilidad que se tendría por
concepto de estas ayudas alimentarias, entonces estaríamos
rompiendo este círculo vicioso para se convierta en un círculo
virtuoso, pero sí llamo la atención en esto porque
tiene dos componentes.

Lo
que se deja de percibir en cuanto ingresos a la Hacienda Pública,
pero también, como esto está contemplado para trabajadores
tanto del apartado A como del apartado B, es decir, trabajadores
meramente al servicio de particulares o trabajadores al servicio
del estado, también se tiene que prever cuáles son
las partidas presupuestales necesarias para que los empleadores
del Gobierno Federal puedan dar estos apoyos alimenticios a los
trabajadores a partir de tener una partida especial para tal efecto.
A
mí me parece que ese es uno de los temas fundamentales de
discusión, porque si eso lo tenemos resuelto, si podemos
hacer un cálculo adecuado es esa materia , yo estoy convencido
no solamente va a tener éxito esta iniciativa, sino que va
a ser aprobada por consenso, y eso sería una gran noticia,
porque estaremos avanzando en el sentido correcto.
Piensen
ustedes hoy en la existencia de guarderías, de estancias
infantiles, los espacios que la misma Constitución y la Ley
Federal del Trabajo da para la maternidad, para los períodos
de lactancia, y todo lo que nos falta por avanzar en la Ley Federal
del Trabajo, para auténticamente hacer de la equidad de género
y de la protección a los derechos de la mujer, una realidad,
pero esto de la Ley de ayuda alimentaria para los trabajadores,
apunta justamente en ese sentido.
Fíjense
cómo uno de los trabajos del 2003 de la OIT nos refiere que
por cada punto porcentual que se aumente en calorías en la
alimentación de las personas, hay un incremento de 2.27 en
la productividad, esto es algo científicamente leído
por la Organización Internacional del Trabajo.
Es
decir, no solamente suponemos lo que puede ocurrir en términos
de productividad con una alimentación más balanceada
y más fortificante, esto ya está leído en los
países donde se han hecho estudios más profundos sobre
la materia, y que nos dan cuenta de que en algunos países
en vías de desarrollo como Brasil, que tiene problemas estructurales
muy parecidos a los que nosotros tenemos en México y que
sin embargo, dieron el paso hace 30 años a un esquema como
el que nosotros estamos apuntando.
La
encuesta nacional de ingreso y gasto en los hogares en el 2006 nos
dice lo siguiente: 22 por ciento del gasto familiar se dedica a
la alimentación, y en el 10 por ciento de las familias más
pobres, esto aumenta al 38 por ciento, es decir, casi 4 pesos de
cada 10 de una familia pobre se va a gastos de alimentación.
La
misma fuente nos indica lo siguiente, uno de cada tres hombres o
mujeres adolescentes, ya sufren problemas de obesidad, el sobrepeso
en mujeres mayores de 20 años es del 71.9, casi 72 por ciento
y en hombres 66.7, muy cerca, según la Organización
Mundial de la Salud.

La
obesidad aumenta los costos de atención de salud en 36 por
ciento, y en medicamentos aumenta un 77 por ciento el número
de veces que se tiene que gastar para efectos de la salud y la Federación
Mexicana de de Diabetes nos dice que entre 6.5 y 10 millones de
personas viven actualmente con un problema de diabetes en nuestro
país, es decir, el diagnóstico es claro, la pertinencia
de incluir en el concepto amplio de previsión social la ayuda
alimentaria a los trabajadores en mi opinión no tiene ya
ninguna duda, no solamente por lo que digo de altísimo contenido
social y de mayor productividad.
Estoy
convencido que va también a reducir riesgos de trabajo, enfermedades
de trabajo, que va a generar también un mejor entorno en
el centro de trabajo, que va a generar también un estado
de ánimo, porque también lo reconoce la OIT, para
efectos del trabajo, todo eso se traduce en productividad.
Es
pues, un auténtico círculo virtuoso el que estamos
buscando, y digo estamos, porque me siento parte de él, aunque
no haya sido invitado a las discusiones iniciales, ahora lo soy,
y no saben el gusto que me da poder formar parte de este frente
que estamos tratando de conformar para lograr lo importante.
Pero
insisto, cuidado con el tema fiscal, porque lo que no podemos tampoco
es arriesgar la estabilidad y el equilibrio de las finanzas públicas
porque si eso se desata, entonces pueden venir problemas mucho mayores
que el de la ayuda alimentaria a los trabajadores, estabilidad económica
es estabilidad en el empelo, y estabilidad económica es la
base no suficiente, pero sin duda indispensable para que podamos
aspirar a tener más crecimiento económico y por lo
tanto, una mayor generación de empleos.
Termino
diciendo simplemente que si logramos, como aquí se está
verdaderamente planteando, y porque además conozco a los
actores, si logramos que sin banderas políticas, con un altísimo
sentido de responsabilidad, armonizar la productividad en las relaciones
laborales y la adecuada previsión social en el mundo del
trabajo estaremos yendo en el sentido correcto, en el sentido que
todos los mexicanos están esperando de nosotros, para mí
ha sido, es un honor participar con ustedes en esta inauguración
de este foro deseándoles, porque estoy convencido que va
a ser un gran éxito en estas reflexiones, los panelistas,
los expositores, los conferenciantes, los moderadores, son todos
gente de los más competente, de verdad los felicito desde
ya por el éxito que van a tener sus reflexiones y espero
que el producto de las mismas sirva para hacer de esta iniciativa
muy pronto una realidad para el país.
Por
su atención muchas gracias, muy buenos días y en hora
buena. |