Muy buenos días a todos, bienvenidos.
Estimado don Enrique Ramos Rodríguez, Secretario General
del Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera y Similares
de la República Mexicana.
Estimado licenciado Juan Cortina Gallardo, Presidente de la Cámara
Nacional de la Industria Azucarera.
Estimado don Joaquín Gamboa Pascoe, Secretario General de
la Confederación de Trabajadores de México.
Señores secretarios, distinguidos miembros del presídium,
amigos trabajadores azucareros.

Fotografía
de NOTIMEX
Amigas y amigos:
Me da mucho gusto recibir nuevamente al Sindicato de Trabajadores
de la Industria Azucarera, Alcoholera y Similares de la República
Mexicana e igualmente doy la más cordial bienvenida a los
representantes de la Cámara Nacional de la Industria Azucarera.
Sean todos bienvenidos a esta que es la casa de todos los mexicanos.
Los felicito sinceramente por su firme compromiso con los derechos
laborales de los trabajadores de la industria, que son fundamentales
para el desarrollo del país y para el bienestar de miles
de familias mexicanas, de millones de mexicanos que dependen de
este importante sector.
En este día quiero enviar un mensaje de reconocimiento a
todos los trabajadores azucareros por el trabajo esmerado que han
empeñado en cada zafra y en particular por la reciente, y
porque su esmero mantiene fuerte a una de las industrias más
importantes para el país y a una de las más importantes
para el campo mexicano.
Como ya se ha dicho aquí, hace algunos meses allá
en Morelos expresé mi compromiso de acompañarles en
el inicio de una nueva etapa en la historia de la industria azucarera
nacional.
Hoy me siento orgulloso de que sigamos dando pasos firmes en este
sentido, pasos firmes, verdaderos cambios estructurales, quizá
no de la dimensión general que tienen otros, pero sí
uno de los más importantes en el campo y, desde luego, el
más importante del sector en siete décadas que nos
permitirá, precisamente, el acuerdo para la modernización
integral de la industria azucarera en el área laboral.

Fotografía
de NOTIMEX
Yo estoy seguro de que los compromisos alcanzados en este acuerdo
van a contribuir a que la industria de la caña enfrente con
éxito los retos y los desafíos que le impone un mundo
que compite ferozmente.
Sin duda este instrumento será fundamental para impulsar
una mejora en la calidad de vida y en las condiciones laborales
de los trabajadores, y a la vez permitirá que la industria
azucarera incremente su productividad.
Hay que recordar que este convenio beneficiará a más
de 42 mil trabajadores en 15 estados de toda la República,
que producen actualmente más de cinco millones de toneladas
de azúcar.
Permitirá también reglas claras para el ascenso de
los trabajadores que ahora podrán acceder a mejores puestos
mediante criterios de capacitación y productividad, y premiará
el esfuerzo y no sólo la antigüedad.
Además, el acuerdo incluye prestaciones adicionales a las
actuales para la jubilación de los trabajadores azucareros.
Ahora se podrá resolver este añejo problema de más
de tres mil trabajadores que antes de este acuerdo no contaban con
este derecho para su retiro.
También se facilita la contratación de personal, el
personal necesario para ampliar y modernizar los ingenios.
Y algo que es fundamental, se podrán adaptar los tiempos
de trabajo a las necesidades del sector.

Fotografía
de NOTIMEX
Con la firma de este acuerdo atestiguamos un hecho de enorme trascendencia,
hay que recordar que el Contrato Ley permanecía sin revisar
desde 1936.
Es evidente que las circunstancias en el país y en el campo,
en el mundo, han cambiado dramáticamente de 71 años
a la fecha.
Como era de esperarse, la obsolescencia de algunos de sus elementos
comenzaba a afectar gravemente a todo el sector, es decir, a productores
y a trabajadores.
Por eso expreso mi mayor reconocimiento a los trabajadores azucareros
por su compromiso permanente con la competitividad y la calidad,
así como por su labor diaria para producir el azúcar
que día a día llega a los hogares mexicanos y a la
industria nacional.
Yo quiero reconocer su voluntad de trabajar por el bien de México
y felicitarles porque están poniendo las bases de una agroindustria
moderna, rentable y capaz, que podrá enfrentar los retos
de la competencia con otros productos y con otros mercados.
El fortalecimiento del sector azucarero es de interés público
y un asunto estratégico para mi Gobierno.
La modificación del Contrato Ley de los Trabajadores de la
Industria Azucarera es un paso trascendental que impulsará
la productividad del sector, pero también la competitividad
del campo y del país, abrirá mayores oportunidades
de trabajo para la gente del campo, mejorará las condiciones
para los trabajadores que actualmente laboran, reconoce derechos
merecidamente ganados por quienes han trabajado toda su vida en
el sector y ahora toca a todos: a productores, a trabajadores, a
cañeros y, desde luego, a las autoridades y en ello me comprometo
firmemente, a poner el azúcar mexicana en la mesa de los
consumidores en México y en el mundo.
Por ello, con el propósito de apoyar a la agroindustria azucarera,
el 24 de abril pusimos en marcha el Programa Nacional de la Agroindustria
de la Caña de Azúcar, un programa sectorial serio,
que tiene como objetivo elevar la competitividad del sector y garantizar
su desarrollo.
Con este programa queremos iniciar una etapa de una agroindustria
cañera moderna, rentable y capaz de superar los retos de
la competencia mundial.
Nuestra intención primordial es elevar el nivel de vida de
la gente que trabaja con la caña de azúcar, por ello
vamos a trabajar con ustedes para consolidar un sector cañero
que sobresalga en los mercados del mundo.
Es cierto que para muchos productores agrícolas los nuevos
escenarios de comercio internacional se perciben particularmente
difíciles; la eliminación total de aranceles en 2008,
representa un enorme reto y a la vez una gran oportunidad, para
aprovecharla cabalmente debemos estar preparados y unidos.
Significa sí, el fin de la transición hacia la apertura
del campo mexicano y necesariamente a condición de competencia
que nuestros productos enfrentarán y que deberán superar
a base de calidad y de precios.

Pero al mismo tiempo representa una oportunidad, porque el azúcar
mexicana será la única azúcar en el mundo que
entrará sin arancel a los Estados Unidos.
Yo estoy seguro que trabajadores, productores, Gobierno, cañeros,
todos juntos podremos, sin duda alguna, producir caña de
azúcar y azúcar de calidad a precios competitivos
que permita, incluso, expandir las posibilidades del sector y buscamos
que esa expansión genere beneficios para todos los que producen
en la cadena del sector azucarero.
El Tratado de Libre Comercio, suscrito hace ya más de 10
años, abrió la puerta a uno de los mercados más
grandes del mundo, tenemos que ver en ello, no sólo el desafío
que ello implica, sino también la oportunidad de crecimiento
de nuestras exportaciones, de inversión y la generación
de más y mejores empleos para los mexicanos.
Para que el campo mexicano pueda sacar mayor provecho de los beneficios,
también debemos proveer a nuestros productores y a trabajadores
de los medios necesarios para producir más y para producir
mejor.
Los retos de la industria, los desafíos que enfrenta el país
nos exigen a todos voluntad de diálogo y capacidad para llegar
a acuerdos.
A lo largo de este año, con su valiosa participación
en el diseño del Plan Nacional de la Agroindustria de la
Caña de Azúcar y ahora con la firma de este importantísimo
acuerdo, ustedes han puesto el ejemplo de que es posible ponerse
de acuerdo para superar nuestros problemas por muy complejos que
parezcan.
El año 2008 representa un gran reto, pero también
una enorme oportunidad para la caña de azúcar y para
quienes trabajan en ella, para aprovecharla debemos estar preparados
y debemos estar unidos; debemos privilegiar el futuro sobre la coyuntura,
privilegiar la cooperación que suma sobre las diferencias
que dividen.
Amigas y amigos:
En un mundo que compite ferozmente, México requiere de una
fuerza de trabajo unida, de trabajadores comprometidos con la modernización,
la productividad, la competitividad de empresarios comprometidos
a la vez con la justicia y con los derechos de los trabajadores.
Yo los invito a que en los próximos años todos juntos:
trabajadores, empresarios y Gobierno, sigamos construyendo una relación
cercana, una relación productiva, una relación justa,
una relación guiada por el objetivo común de impulsar
el desarrollo del país y el bienestar de nuestras familias.
Ninguno de nosotros quiere ver un México dividido, ninguno
de nosotros quiere ver un sector cañero derrotado ante la
competencia, es tiempo de que todos actuemos a favor del progreso
y desarrollo de las mayorías, de los que menos tienen.
Yo estoy seguro de que así como logramos este cambio estructural
en el sector cañero nacional, a través del diálogo
y la discusión responsable y constructiva con todos los sectores
políticos y económicos, podremos construir los acuerdos
que nos permitan avanzar en las transformaciones estructurales del
país, en los cambios que se requieren para construir un México
fuerte, seguro de sí mismo, un México competitivo
y ganador que todos queremos.
Así avanzaremos mucho más rápido en edificar
el México que queremos para nuestros hijos.
Muchas gracias y enhorabuena a todos ustedes.
|