-MODERADOR:
Tiene la palabra el ciudadano licenciado Javier Lozano Alarcón,
Secretario del Trabajo y Previsión Social.
-SECRETARIO
JAVIER LOZANO ALARCÓN: Señor Presidente de
la República, estimados colegas de Gabinete, estimado don
Enrique, estimado Juan, compañeros integrantes del Comité
Ejecutivo Nacional del Sindicato Azucarero y también secretarios
generales seccionales, bienvenidos.
Señores
industriales de los ingenios de nuestro país, funcionarios
públicos, medios de comunicación, señoras y
señores, muy buenos días.
Es
para mí un verdadero honor el poder informar a usted, señor
Presidente, que después de un largo y complejo proceso de
negociación, mismo que nos llevó a un auténtico
periodo de gestación, es decir, nueve meses, el Sindicato
de Trabajadores de la Industria Azucarera y Similares de la República
Mexicana y la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera
y Alcoholera han alcanzado un histórico acuerdo.

En efecto, el convenio que hoy nos reúne moderniza integralmente
el Contrato Ley de esta industria y resuelve de fondo el delicado
tema de las jubilaciones y pensiones de sus trabajadores.
Es una historia digna de contar, la rúbrica de este convenio
llegó la madrugada de ayer miércoles a las 02:30 horas
en las oficinas de la Secretaría del Trabajo.
Muchas reuniones y amenazas precedieron a este anhelado momento,
basta con recordar que el emplazamiento a huelga en el sector llegó
antes, incluso, que nuestro Gobierno, digamos que ya nos estaban
esperando.
Recuerdo bien la visita que unos días antes de asumir el
cargo como Secretario del Trabajo realicé a la sede del Sindicato
Azucarero en esta ciudad, ocasión en la cual pude percibir
en voz de don Adrián Sánchez Vargas, aquí presente,
la magnitud del conflicto que asomaba.

Fotografía
de NOTIMEX
Intensas negociaciones nos llevaron a que el pasado 17 de enero
se lograra un acuerdo salarial de último minuto que evitó
el estallamiento de la huelga y, sin embargo, la modernización
del Contrato Ley de las relaciones laborales y la solución
del muy espinoso tema de jubilaciones y pensiones de los trabajadores
no se pudieron concretar entonces.
Recordará usted, señor Presidente, que el 14 de febrero
aquí mismo, en este mismo salón de Los Pinos y no
precisamente para celebrar el Día del Amor y la Amistad,
nos reunimos con el Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato.
En esa ocasión usted nos invitó a enfrentar la inminente
apertura comercial de 2008 con altura de miras y hacer de la industria
azucarera una fuente permanente de inversiones productivas y de
empleos dignos.
Entonces, también, me instruyó usted a interceder
entre las partes para intentar un arreglo, y nos pusimos a trabajar.
Desde aquel día y hasta la fecha, de manera periódica
y no exenta de sobresaltos, sostuvimos innumerables reuniones dentro
y fuera de la Secretaría con el Sindicato e industriales.
Y permítame hacer aquí un paréntesis, señor
Presidente, para destacar la colaboración del Subsecretario
Álvaro Castro; del titular de la Unidad de Funcionarios Conciliadores,
Carlos Siqueiros, entre otros compañeros de la Secretaría
del Trabajo que participaron en estas reuniones.

Fotografía
de NOTIMEX
Pero en medio de esas pláticas conciliatorias, se dio el
relevo en la Presidencia de la Cámara de la Industria Azucarera
y Alcoholera, y esto fue allá por el mes de marzo, a finales
del mes de marzo.
Nadie sabía bien a bien lo que podría venir, conocíamos
ya el estilo y las cuidadosas formas del presidente saliente Aarón
Sáenz, el técnico; pero temíamos que con la
llegada de Juan Cortina, el rudo, las relaciones laborales entrasen
en una nueva etapa de conflicto.
Afortunadamente para todos el pronóstico falló y Juan
Cortina demostró ser un líder fuerte, pero con un
gran sentido práctico, un presidente que al tiempo de defender
con firmeza los intereses de su gremio, ha sabido entender a cabalidad
las aspiraciones de la base trabajadora con gran sensibilidad. Mi
reconocimiento, Juan.
Y qué decir de don Enrique Ramos y de nuestro muy respetado
amigo Adrián Sánchez Vargas, con enorme dignidad condujeron
el proceso de negociación por parte del sindicato para lograr
así la armonización necesaria de la defensa legítima
de sus derechos, con la de adaptarse a los tiempos que corren y
que amenazaban la viabilidad de la industria.
Es decir, el Sindicato Azucarero, miembro de la CTM, y cuyo Secretario
General, don Joaquín Gamboa Pascoe, nos acompaña,
está llegando en este momento, bienvenido don Joaquín,
supo estar a tiempo y en forma para asumir el reto de la modernidad.

Y
permítame también destacar, señor Presidente,
la muy cercana y comprometida intervención en todo este asunto
del señor Secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas;
del Secretario de Economía, Eduardo Sojo, así como
del Gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, cada uno en su ámbito
hizo cuanto pudo y cuanto estuvo a su alcance para lograr este entendimiento.
Total que hoy tenemos ya en México, después de 70
años de vigencia el Contrato Ley de la Industria Azucarera
una modernización integral del mismo, acompañada de
la muy necesaria también seguridad social que merecen los
compañeros trabajadores en el sector.
Esta industria está hoy unida, empleadores y trabajadores
asuman ahora como equipo y como asociados.
La creciente competencia que habrán de enfrentar será
mucho más duradera y lo más importante, han dado con
su actitud y corresponsabilidad un gran ejemplo para todos y han
dado también muchos años más de vida para su
propia casa y por ende, para su fuente de trabajo.
Celebro, señor Presidente, que podamos constatar una vez
más que el diálogo, la negociación y la conciliación
de intereses rinde más que la confrontación, la descalificación
y el distanciamiento.
Celebro también que se haya privilegiado la paz laboral mediante
el equilibrio de los factores de la producción, así
como la productividad en las relaciones laborales y la competitividad
de un área crítica de nuestra economía sin
sacrificar, lo repito, sin sacrificar la dignidad humana ni los
derechos fundamentales de los trabajadores.
Muchas cosas cambiarán en los ingenios a partir de ahora,
vendrán más inversiones, nuevas tecnologías,
mejores condiciones de seguridad e higiene en los centros de trabajo
y más capacitación también.

Pero llegarán también las multihabilidades, los escalafones
flexibles, la continuidad en la operación y un régimen
jubilatorio viable y equitativo, mejores zafras esperan al sector
y más riqueza y su justa distribución que esperamos
todos de él.
Gracias a la industria por su compromiso, Juan, con México;
gracias al Sindicato por demostrarle a propios y a extraños
que cuando se quiere, se puede, y gracias a usted, señor
Presidente, por permitirme vivir y compartir a su lado estos momentos.
Felicidades, enhorabuena y muchas gracias a todos.
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