Discursos / Noviembre 2007

 

8 de noviembre


Palabras del Secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, al presidir la celebración del 80 aniversario de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.

Muy buenos días tengan todos ustedes, me da un enorme gusto poder compartir con esta distinguida audiencia, participar en esta conmemoración tan sentida, tan merecida de los primeros ochenta años de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, lo hago en primer término, con la muy honrosa representación del presidente de la república, Felipe Calderón Hinojosa, que como ustedes saben es abogado, serio, comprometido con el derecho y la justicia social de éste país, deben saber que el presidente Calderón les manda a todos y en particular a quienes encabezan la Junta Federal, no solamente un saludo respetuoso y el afecto que merecen, sino también los mejores deseos para que el futuro que espera a la Junta y por lo tanto a la justicia laboral sea el que México merece, o sea que de parte del señor presidente les hago llegar éste saludo,. Éste respeto y éstos buenos deseos.

Pero también acudo, como ya se dijo, como secretario del Trabajo y Previsión Social y también como abogado que soy, de lo que me siento por cierto muy orgulloso, muy orgulloso de mi profesión, de la institución de la que soy egresado, por cierto que es la misma que el Presidente Calderón, la misma del presidente de la Junta Federal Arbitraje, es la misma del subsecretario del trabajo, la misma de la procuradora federal de la defensa del trabajo y de otros tantos que están aquí presentes, pero no por ello significa que sea la única escuela de derecho, la verdad es que tenemos muy buenas escuelas de derecho aquí en México, la Universidad Nacional , la Iberoamericana, el Itam, Lasalle, Universidades estatales, la verdad es que todos han sido formadoras de grandes pensadores y de grandes juristas.

Me da mucho gusta saludar a Eduardo Alba, a nuestro representante de los trabajadores ante la Junta, a Don Humberto Guerra, que es su homólogo, representante de la parte patronal, a todos quienes encabezan como decía, los secretarios generales de esta Junta Federal, a su presidente desde luego, pero me da mucho gusto también ver caras conocidas de muy distinguidos representantes de organizaciones obreras, de organizaciones de los trabajadores en éste país, bienvenidos todos ustedes.-

Me da mucho gusto también ver a representantes no sólo de la parte patronal, abogados postulantes muy reconocidos que están aquí con nosotros, a los medios de comunicación, creo que esto es una ceremonia que se engalana con la presencia de todos ustedes, de verdad muchas gracias por acompañarnos.


Ya se dijo hace un momento, vamos a hacer una larga memoria de la creación o la constitución de la Junta Federal, de las Juntas de Conciliación en general, pero sí ciertamente, vale la pena que tengamos muy presente que la base del constitucionalismo en México coincide también con la creación del auténtico derecho social, es decir, el artículo tercero, el 27, el 123, son la columna vertebral de nuestra constitución, en buena medida es fruto de luchas amargas, cruentas, largas, por la justicia social, éstos conceptos que pareciera que de tanto repetirlos se convirtieran en lugar común y parecieran caer en el vacío, la verdad es que debieran motivarnos constantemente y llamarnos no solamente a que refrendemos todos diariamente el compromiso, no con la justicia a secas, sino con la justicia social, porque no podemos hablar de una democracia plena, de una justicia imparcial, objetiva, gratuita, no podemos hablar de ese acceso a la justicia sin mas si no tenemos también una buena base social, de desarrollo social, y eso es lo que nos tiene que mover, no solamente la letra de la ley, sino su espíritu, y por eso es que es tan importante que en una ceremonia de esta naturaleza podamos refrendar el valor, el peso que tiene el artículo 123 constitucional, el peso que tiene por lo que hace a la historia que le precede, a la letra que queda impresa en nuestra máxima legislación, sino también en cuanto al camino y al rumbo que marca a seguir, particularmente en esta materia que como aquí se ha dicho, se trata de la justicia laboral a partir del tripartismo, ese tripartismo que algunos fustigan, que es justamente lo que le da una base democrática como también se dijo hace un momento, porque tiene la participación paritaria, de la representación obrera y patronal, y la conducción obviamente de un gobierno cuando se habla en esta intención, a veces constante de algunos, de que todo se tiene que hacer autónomo y ajeno al gobierno, entonces la pregunta natural sería para qué queremos gobierno, si todos fuesen órganos autónomos, ajenos a los poderes, pues entonces se desvirtuaría en esencia la misma existencia, la división y el equilibrio de los poderes de la unión, lo que hay que hacer con la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje y con la Juntas Locales, es fortalecerlas, para que hagan cada vez mejor su función, para que cumplan cada vez mejor con su papel, y el tripartismo, que es esta base de equilibrio, porque finalmente, de lo que se trata es de preservar la paz laboral, y la paz laboral se va a preservar el equilibrio adecuado entre los factores de la producción, qué mejor punto de partida para ese equilibrio en los factores de la producción, que estar debidamente representados en éstos órdenes tripartitas, son instituciones que muchos queremos los mexicanos, que mucho valoramos, que muchos apreciamos, como las instituciones de seguridad social, de previsión social y de justicia laboral, y que desde su creación en septiembre de 1927, esta Junta Federal de Conciliación y Arbitraje ha dado muestras claras de ser auténticamente tribunales de derecho, de estricto derecho, y que en esa conformación tripartita lo que hace es orientar su trabajo para darle también cuerpo a lo que establece el articulo 17 constitucional, el acceso de toda persona a la justicia, a tribunales, para que se imparta justicia de manera pronta, expedita, objetiva, imparcial, gratuita, de eso se trata, ese es el objetivo, pero el último objetivo, para que la paz laboral sea a través del equilibrio de los factores de la producción, el objetivo último de todo lo que estamos hablando, y lo dice la ley federal del trabajo, es la justicia social, que desafortunadamente nos damos cuenta de lo lejos que estamos aún, cuando en desgracias como las que ocurren en el sureste, vemos que para variar las padecen las tragedias naturales quienes menos tienen, y en un círculo vicioso que pareciera perpetuo, ocurre que se nace en condiciones de marginación y que éstas condiciones de marginación también se producen a veces en la falta de oportunidades, de alimentación, de salud, de una familia ordenada y funcional, y eso mismo los aleja de las oportunidades de trabajo, de la capacitación, del adiestramiento, de la formación técnica, y eso mismo los aleja por lo tanto de una vida cada vez más digna, y del mayor bienestar que merecen, junto con sus familias, y cuando la ira de la naturaleza se presenta, con mayor violencia golpea a quienes de origen y en esencia venían ya sufriendo y habían sido golpeados por la propia naturaleza de su origen.



Entonces, motivarnos como abogados, como funcionarios públicos, como representantes patronales, como representantes del sector obrero, como abogados postulantes, como medios de comunicación, que es tomar conciencia de lo mucho que tenemos por delante, y esta conmemoración, como tantas otras, la verdad es que debiera convertirse en eso, en conciencia colectiva, de cómo hacer las cosas cada vez mejor.

Es esta una institución de la que el presidente de la república se siente muy orgulloso, personalmente me siento muy orgulloso de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, y estoy seguro que la mayoría de los abogados en el país también lo perciben así.

Sé también que tenemos un marco normativo susceptible de ser perfeccionado, ciertamente tenemos procesos susceptibles de ser revisados y recursos humanos y financieros faltantes para consolidar la estructura y funcionamiento de la Junta, y ciertamente tenemos también que reflexionar hasta que punto la Junta de veras está orientándose a la estricta impartición de justicia laboral, o se está desviando cada vez mas para atender asuntos administrativos de la seguridad social. 70 por ciento de esos 170 mil expedientes que hoy están en curso en la Junta, son de otra índole distinta a la estricta impartición de justicia laboral, y a eso se suman 60 mil nuevos expedientes éste año, redemandas individuales, de trabajo, que es 26 por ciento mayor de lo que para éstas alturas se había recibido el año pasado, y con todo ha atendido el mayor número de conflictos individuales en los últimos años la Junta, más de once mil, es el menor índice de huelgas estalladas también en los últimos años, lo cual demuestra lo que muchos desconocen, o conociéndolo no se lo quieren reconocer, que la Junta está conformada por personal auténticamente de carrera, por profesionales del derecho, por impartidores de justicia, por personal administrativo comprometido y que ahí están los resultados precisamente, a pesar de las adversidades, de la escasez de los recursos, del creciente número de expedientes, y a la desvirtuación de la naturaleza misma de los asuntos que maneja, menos huelgas, más conflictos conciliados, más asuntos atendidos, por eso es que es muy justo hacerle un reconocimiento a la Junta, por eso es muy justo también hacer reconocimiento, de que cuando impulsamos la transparencia como aquí se comentó para que toda persona y especialmente los trabajadores tengan acceso a cualquier contrato colectivo de trabajo, la actitud que asumieron los funcionarios de la Junta fue no solamente de un compromiso meramente institucional, sino una convicción plena de que ésta era el camino a seguir, y lo es porque sabemos todos que publicar, transparentar los contratos colectivos, no implica de manera absoluta una injerencia en la autonomía sindical. Quiero aprovechar éste momento, delante de tan distinguidos representantes del sindicalismo mexicano, para reiterar el compromiso que el presidente de la república hizo desde el principio de su mandato y el compromiso que yo mismo he expresado ante todos ustedes cada vez que nos vemos, respeto absoluto a la autonomía sindical, respeto absoluto al derecho de huelga y el respeto absoluto a la contratación colectiva del trabajo.


Y precisamente porque se respeta la autonomía sindical, es que se les tiene que dar cada vez más instrumentos a los trabajadores para que gocen de una mayor libertad sindical, la libertad sindical entendida desde el artículo quinto al noveno, el mismo 123 de nuestra Constitución, a partir de los cuales debemos privilegiar la decisión libre, informada, razonada, de los trabajadores, de saber cuáles son sus principales derechos y obligaciones, como y por quién deben estar legítimamente representados ante las autoridades del trabajo, frente a los patrones, frente a los empleadores, todo eso es la transparencia de la que venimos hablando, pero repito, siempre con pleno respeto a la autonomía sindical, a veces algunas de las tentaciones que vemos como esto de eliminar el tripartismo, o a la supuesta democratización o transparencia en la vida interna de los sindicatos, olvidan que también hay sindicatos patronales, , y que entonces, en el momento en que no solamente violando el 123, sino el convenio 87 de OIT, y de otras convenciones internacionales, hagamos caso omiso de de esos dispositivos, y caigamos en la tentación de entrometernos en la vida interna de organizaciones donde no hay recursos públicos de por medio, entonces estaremos violentando y de una manera no solamente inmerecida, sino totalmente indebida, la fortaleza y la base de lo que son los equilibrios entre los factores de la producción, quienes creen que de esa manera vamos a ser más democráticos, la verdad es que pareciera que ignoran la base y sustento, el origen y esencia del sindicalismo.

Por eso es que vemos un apetito de los trabajadores, de la sociedad, de los medios de comunicación por conocer más de lo que está al interior de las organizaciones, y veo con mucho agrado que la mayoría de ellas, sino es que todas con las que he platicado, de motu proprio, están dispuestas a ser cada vez más abiertas y transparentes frente a sus agremiados, pero muy distinto es que esa libertad sindical fortalecida sea la que tiene como consecuencia una mucho más vigorosa rendición de cuentas, de mayor transparencia al interior del sindicato, la decisión de a cuál organización pertenecer, y otra muy distinta es que desde el poder mismo se pretendan imponer reglas y condiciones a organizaciones ajenas.

Lo mismo ocurre con el registro de los sindicatos , se cuestiona de pronto el porqué se dan nuevos registros a nuevas organizaciones, y pareciera que entonces nos estábamos acostumbrando a una forma de hacer las cosas indebida, cómo se nos ocurre darle un nuevo registro a una nueva organización sindical, la respuesta es muy simple, porque cumplió con la ley, más bien pareciera que a aquello que tanto se critica que es el manejo político de los temas laborales, el uso político de instrumentos como el registro de asociaciones, por un lado se exige que se haga totalmente al margen la política del manejo administrativo del registro, y por el otro se cuestiona que se den nuevos registros a nuevos sindicatos, acostumbrémonos todos a vivir en una cultura de la legalidad, a cumplir con la ley, a respetarla y hacerla respetar, y nosotros como servidores públicos somos los primeros, no solamente desde un punto de vista estrictamente ético, sino también desde un punto de vista jurídico, institucional y formal, constitucionalmente hablando, estamos obligados a respetar y hacer respetar la constitución y las leyes que de ella emanen, y eso es justamente lo que se está haciendo.

Yo veo no sin preocupación que muchas de las decisiones de la Junta, y de las juntas locales, pero particularmente ahora de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje como tal, como institución, y siendo además, sintiéndome muy orgulloso como persona y como abogado de lo que es esta magnífica institución, también trascendente y ejemplar a nivel mundial, como lo es el amparo en México, veo con preocupación que muchos de los criterios y decisiones y resoluciones y laudos emitidos, basados, otra vez, en criterios propios, fundados, en pruebas, en decisiones, en testimonios, en precedentes, y desde luego y fundamentalmente en la Constitución y en la ley, de pronto en un legítimo combate jurídico ante tribunales del poder judicial de la federación, no solamente se pone en duda ese trabajo, sino que mediante la figura en ocasiones de la suspensión definitiva del acto reclamado, se deja sin efectos lo que ocurre en una decisión de fondo, sustantiva, razonada, articulada y apegada estrictamente a derecho, lo comento, no es el único caso, pero creo que en México debemos reflexionar profundamente sobre éstos equilibrios que no solamente existen y deben seguir existiendo entre los poderes de la unión, sino también en la impartición de justicia misma, pareciera que tenemos que avanzar hacia una mejor comunicación, interlocución, reflexión con el poder judicial de la federación, en un foro abierto, nada vergonzante, simplemente reflexionar los alcances que se tienen en cuanto a las decisiones mismas, resoluciones y laudos de la Junta, por lo que hace a la previsión de demandas de amparo.

Incorporando al tercer poder, el poder legislativo, eso es algo de lo que tendremos que seguir reflexionando.

Yo quiero también reconocer al personal de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, porque además en los últimos tiempos, que han tomado decisiones valientes, que han sabido desempolvar disposiciones de la ley federal del trabajo para ubicarlas en tiempo y forma, han enfrentado en mi opinión y en ocasiones, un embate inmerecido de los muchos intereses que están en juego en cada una de esas resoluciones, decisiones, laudos. Pero lo están haciendo y yo le quiero decir a la Junta que entre más críticas reciba de las dos partes, significa que su función arbitral está siendo mejor desempeñada, porque esto no es un concurso de popularidad, impartir justicia, como cualquier árbitro, pues no se vuelve precisamente el personajes más aceptable y más popular en la cancha de juego, y sin embargo cumplir estrictamente con lo que la ley ordena, es la mayor de las satisfacciones que debe tener un buen árbitro, así pues, hay que aguantar esos embates, embates por cierto de algunos que por igual se ponen la cachucha de intelectuales, luego se la quitan y se ponen la de litigante, luego se la quitan y se ponen la de representantes de uno de los sectores, luego de otro, y luego uno no sabe con quién está hablando.

Es como la figura del derecho civil, el contrato consigo mismo.

Hay que aguantar, hay que saber respetar la crítica, porque eso también habla muy bien de nuestro país, de la libertad de expresión. Cuando uno tiene la conciencia tranquila y sabe que está actuando con rectitud, con honorabilidad, con objetividad y con imparcialidad, hay que tener también la piel suficientemente gruesa para saber resistir ese tipo de ataques.

Y dormir tranquilo, sabiendo que se está cumpliendo con el trabajo; yo no conozco, porque seguramente de todos los aquí presentes el más nuevo en el sector pues soy yo, no conozco a muchos otros presidente que antecedieron a Miguel Ángel en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, pero quiero decirles que en gobierno federal estamos muy orgullosos del trabajo de Miguel Ángel Gutiérrez Cantú.



Miguel ante todo es un hombre recto, es un hombre de bien, es un espléndido abogado, es un funcionario comprometido, con la causa del derecho, con la justicia laboral y como presidente de la Junta Federal y Arbitraje, por eso me pareció más que justo y oportuno éste momento para hacer éste muy merecido reconocimiento.

Y quiero decirles que cuando se habla de posibles adecuaciones a nuestro marco legal, uno de los principales objetivos que se persiguen por parte de los sectores productivos y desde luego del gobierno, es justamente el fortalecer la procuración e impartición de justicia laboral. Porque debemos fortalecer los procesos a fin de que se privilegie en todo momento la conciliación, para facilitar eso, el acuerdo de voluntades entres las partes en cualquier etapa del proceso, porque debemos avanzar hacia la profesionalización no solamente de servidores públicos, sino también de los representantes de los sectores, de los litigantes, que debieran de ser todos abogados, y porque debemos también hacer todo lo necesario en el texto mismo de la ley, para darle absoluta vigencia a lo que establece el 17 constitucional, y que éste acceso a la justicia, sea cada vez más expedito, sea justicia pronta, imparcial y objetiva.

Y esta institución, la Junta , está verdaderamente aportando cosas muy buenas y muy valiosas para el estado de derecho, el estado de derecho no hay que verlo como un fin en sí mismo, es un medio para una vida más digna, para una vida mejor colectivamente hablando, si el estado de derecho, con los principales análisis que a nivel internacional se hacen cuando hablamos de la competitividad y la productividad de un país, involucran de una manera más que ponderada el acceso a la justicia, la impartición de la justicia, el fortalecimiento de las instituciones y desde luego del estado de derecho.

Lo que quiero decir con esto es que no crean que la única satisfacción que vamos a tener todos nosotros al fortalecer la justicia laboral será el cumplir de mejor manera con el muy necesario llamado a fortalecer el estado de derecho, sino que con eso, lo que vamos a hacer es hacer de México un país muchísimo más competitivo, y al hacerlo más competitivo frente a los otros países del orbe, es atraer más inversiones en el largo plazo, y con eso estaremos cumpliendo con un gran propósito colectivo, y desde luego el principal propósito del presidente en materia económica, que es la generación de empleos.

Entonces la aportación a la que todos estamos aquí llamados a desempeñar o a hacer o a realizar a favor de la Junta y de la justicia laboral es también hacer de México un país más competitivo y capaz de atraer más inversiones y de generar más empleos.

Entiendo que ya queda en las próximas horas instalada esta reunión anual de presidentes de juntas especiales, y llama la atención el título con el cual se ha denominado esta reunión, la justicia laboral, consolidar lo avanzado para enfrentar el futuro, y quiero decirles que en ese futuro inmediato, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje tendrá todo el respaldo, el apoyo, la cercanía, la sensibilidad, no obstante todo lo anterior, el pleno a la autonomía como tal, como órgano tripartita de justicia laboral, todo ese respaldo de parte del Presidente de la República, de la Secretaría del Trabajo, del Gobierno Federal, y estoy convencido de que el presupuesto de egresos del próximo año también nos va a permitir ver que el fortalecimiento de la Junta se traduzca en recursos crecientes, para tener más recursos y fortalecer así al capital más importante que tiene que ser el capital humano, con ingresos con remuneraciones que sean cada vez más acordes a su altísimo responsabilidad, con las tecnologías de la información que permitan virtualizar los procesos y que de esa manera podamos enfrentar con mucho más éxito la inmensa carga de trabajo que tenemos.