|
Boletín 69
Expone Lozano beneficios y alcances de Reformas Estructurales para la Productividad y Competitividad

• Los jóvenes y las mujeres exigen, con toda razón, que la entrada al mercado formal de trabajo sea más accesible

• Imperativo lograr cambios profundos para romper inercias: Javier Lozano Alarcón

Washington. DC.- En México la recuperación económica está en marcha, pero es imperativo lograr cambios profundos para romper inercias y alcanzar mejores estadios de bienestar y desarrollo; los jóvenes y las mujeres exigen, con toda razón, que la entrada al mercado formal de trabajo sea más accesible.

Así lo afirmó hoy el Secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, durante su intervención en la Reunión de Ministros del Trabajo y Empleo de países miembros del G-20. Ahí subrayó que estamos obligados a facilitar los mecanismos de acceso al mercado y la movilidad laboral, con plena seguridad y previsión social.

Para ello, expresó que se necesita una mejor vinculación entre la educación superior o técnica de los jóvenes y la demanda laboral, así como la adopción de nuevas tecnologías y procesos que les permita armonizar su responsabilidad estudiantil o familiar con el trabajo y, sobre todo, con reglas más flexibles de contratación y movilidad, y acorde con la realidad de los mercados.


A continuación, el texto íntegro de su intervención en la Reunión de Ministros del Trabajo y Empleo, celebrada en Washington. DC

JAVIER LOZANO ALARCÓN
SECRETARIO DEL TRABAJO Y PREVISIÓN SOCIAL
WASHINGTON, D.C., 21 DE ABRIL DE 2010

I. CRISIS 2009

• La reciente crisis económica global nos ha demostrado que ningún país está exento de sufrir consecuencias severas en su mercado interno. Asimismo, esta crisis nos ha enseñado que una de las variables más sensibles y visibles en sus efectos recae, precisamente, en el empleo.

• Al igual que la mayoría de los países aquí representados, el Gobierno de México implementó medidas para amortiguar el impacto de la caída de la economía en el ámbito del empleo:

- Se logró beneficiar a casi 2 millones de personas, con un presupuesto de aproximadamente 420 millones de dólares.

- Los programas así emprendidos se enfocaron tanto a la creación de empleo temporal, en la preservación de empleos mediante el esquema de “paros técnicos” o reducción de jornadas laborales, así como en la capacitación para el trabajo.[1]

• Con ello, las medidas adoptadas por el Gobierno México tuvieron un impacto positivo en la evolución del empleo. Me explico:

- No obstante que el Producto Interno Bruto disminuyó en 6.5% (la peor caída en las últimas décadas) la pérdida de empleo formal fue de 1.3%. Al comparar este resultado con lo que ocurrió en 1995, cuando México enfrentó otra severa crisis económica, con una caída incluso menor en el Producto Interno Bruto (6.2%), el empleo formal cayó en ese año 8.2%.

- Otro indicador que muestra el efecto de las medidas contracíclicas instrumentadas en México es la tasa de desocupación. Esta se ubicó en 5.4% en febrero pasado. La OCDE ha reportado que se trata de una de las tasas de desocupación más bajas de entre los países miembros de dicha organización internacional.

- Y, ahora, se puede válidamente decir que la recuperación económica está en marcha. En lo que va del presente año, se han generado más de 300 mil empleos formales en México, con seguridad social, por encima de las bajas reportadas. Es decir, es un crecimiento neto en la economía formal. En concordancia con lo anterior, se estima que la economía crecerá este año, cuando menos, 4.1%.



II. Las citadas medidas contracíclicas y sus efectos se instrumentaron en un marco de disciplina y responsabilidad fiscal. Ello ha sido factor indiscutible para que la recuperación económica tenga otras importantes manifestaciones como lo son los históricos niveles de reservas internacionales en nuestro banco central; la revaluación de nuestra moneda; el índice de precios y cotizaciones de la bolsa mexicana de valores; el consumo de electricidad o la revitalización del turismo después de una doble crisis: la económica y la sanitaria provocada por el virus de nueva aparición (A/H1-N1).

• Es justo reconocer, de otra parte, que el diálogo social fue un factor por demás relevante para preservar empleos, poder adquisitivo del salario y paz laboral. De hecho, el 2009 fue el año con el menor número de huelgas en la historia moderna de México, con sólo 19.

III. MEDIANO Y LARGO PLAZOS

• Sin embargo, el gobierno de México es consciente de que aún hay mucho por hacer para alcanzar los niveles de empleo formal que requiere el país, sobre todo entre mujeres y jóvenes. En paralelo, estaremos siempre atentos para actuar ante nuevas necesidades coyunturales, sea que deriven de fenómenos económicos globales, de desastres naturales o de otro tipo de contingencias.

- De ahí que México recomiende a este Grupo el que los servicios nacionales de empleo y los mecanismos de empleo temporal y de paros técnicos de nuestros países se mantengan debidamente lubricados, para poder reaccionar con rapidez y eficiencia cuando las circunstancias así lo requieran.

• Y si bien el objetivo central, en estos momentos, debe ser la recuperación y creación de más y mejores empleos, también es necesario promover una verdadera cultura de productividad laboral en el país, mejorar los salarios de los trabajadores y las condiciones en que laboran, así como incentivar la formalización de la economía. Para lograr estos cambios, no alcanza con mitigar los problemas de la pasada crisis y, ni siquiera, retomar los niveles de crecimiento y generación de fuentes de trabajo anteriores a la misma.


• Es imperativo lograr cambios profundos para romper inercias y alcanzar mejores estadios de bienestar y desarrollo.

Por lo anterior, el Gobierno del Presidente Felipe Calderón ha puesto especial atención en el mediano y largo plazos, particularmente en la necesidad de lograr reformas estructurales en México, para darle mayor competitividad a nuestra economía. A saber:

Primero: Fortalecer la democracia y optimizar su funcionalidad y, así, poder lograr los acuerdos que requiere el país mediante una reforma política que otorgue más poder al ciudadano y haga más eficientes y representativas las instituciones democráticas.

Segundo: Mejorar la competitividad y promover la inversión, mediante una reforma a la Ley de Competencia Económica y una profunda desregulación que favorezca la creación de nuevas fuentes de empleo, atienda prioritariamente al consumidor y empareje el campo de juego entre agentes económicos en los mercados relevantes.

Tercero: Modernizar el marco jurídico que rige al trabajo mediante una reforma laboral integral, que haga más eficiente nuestro mercado laboral, en concordancia con las mejores prácticas internacionales.

IV. REFORMA LABORAL

• La reforma propuesta parte de una premisa básica de respeto de los derechos fundamentales, tanto individuales como colectivos, de los trabajadores (de hecho, con esta reforma se adicionan nuevos derechos y más libertad sindical para los trabajadores).

• Se trata de la renovación de un marco legal que fue elaborado hace 40 años, para un país y un planeta muy diferentes de los que hoy tenemos. Se trata de un marco legal que, desafortunadamente, hoy le resta competitividad al país, que inhibe la productividad y la igualdad de derechos laborales, y que lejos de incentivar la creación de más y mejores empleos en la economía formal, orilla a los jóvenes, a las mujeres y a los grupos vulnerables a recurrir a la informalidad y a conformarse con trabajos precarios.

• En pocas palabras, con la reforma laboral, en los términos que la hemos propuesto en México, se busca tener una economía más competitiva, relaciones laborales basadas en la productividad y con pleno respeto, como ya lo dije, a los derechos fundamentales de los trabajadores.

• Los ejes principales de la reforma son:
- Facilitar el acceso al mercado laboral formal y fomentar la movilidad laboral para favorecer la creación de más y mejores empleos, particularmente para jóvenes y mujeres.

- Mejorar las condiciones de trabajo para mujeres y grupos vulnerables (jornaleros agrícolas, trabajadores domésticos, migrantes y personas con discapacidad), con la inclusión de una definición de trabajo decente que está alineada con los principios fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo.

- Impulsar la productividad como herramienta de desarrollo, de aumento en el ingreso de los trabajadores y de combate a la pobreza. En este sentido, se hace énfasis en la relevancia de la multihabilidad y la capacitación.

- Agilizar y transparentar la impartición de justicia laboral.

- Fortalecer la libertad, transparencia y democracia sindical, sin vulnerar la autonomía de los sindicatos.

- Finalmente, se procura reforzar la capacidad de las autoridades laborales para hacer cumplir la ley mediante una adecuada inspección, evaluación y sanción.

• De aprobarse una reforma con la profundidad de la que recientemente fue presentada en el Congreso, México avanzaría hasta 25 posiciones en cuanto a la eficiencia de su mercado laboral, según los índices de competitividad del Foro Económico Mundial.




V. CONSIDERACIONES FINALES

Colegas Ministros:

• Debemos ser capaces de aprovechar las oportunidades y de estar a la altura de las necesidades que nos ha impuesto el contexto posterior a la crisis económica global.

• Lo anterior significa que no debemos conformarnos con retomar los niveles de empleo y crecimiento anteriores a esa crisis, sino que estamos obligados a facilitar los mecanismos de acceso al mercado y la movilidad laboral, con plena seguridad y previsión social.

Los cambios estructurales deben darse más allá de posiciones ideológicas y, a veces, hasta dogmáticas. Los jóvenes y las mujeres exigen, con toda razón, que la entrada al mercado formal de trabajo sea más accesible, mediante una mejor vinculación entre su educación superior o técnica y la demanda laboral; con la adopción de nuevas tecnologías y procesos que les permita armonizar su responsabilidad estudiantil o familiar con el trabajo y, sobre todo, con reglas más flexibles de contratación y movilidad, y acorde con la realidad de los mercados.

• Para quienes temen por la estabilidad en el empleo por la adopción de nuevas modalidades de contratación y de acceso al mercado, mi respuesta es clara y unívoca: no hay peor inestabilidad para el empleo que no tener empleo. Pensemos, no sólo en quienes tienen ya un trabajo. Pensemos en quienes aspiran a tenerlo y no lo logran.

• En el contexto global y en esta etapa de recuperación después de la crisis, la competitividad, la productividad y el trabajo decente deben ser los tres ejes en los que descanse la generación de más y mejores empleos.

Abandonemos falsos dilemas y despoliticemos estas discusiones: las leyes laborales y las autoridades del sector estamos obligados a propiciar y preservar el equilibrio entre trabajadores y empleadores. Para que haya empleos se necesitan empresarios dispuestos a poner sus inversiones en un lugar seguro y predecible. Para generar riqueza, los empleadores necesitan a los trabajadores. Estos merecen condiciones laborales y libertades sindicales adecuadas y suficientes. Y la única manera sustentable de aumentar riqueza, salarios y prestaciones es mediante la productividad laboral basada en la capacitación continua.

• Millones de personas en nuestros países esperan de nosotros altura de miras, sentido de responsabilidad, visión, audacia y sensibilidad. No los defraudemos. Las crisis abonan el terreno para sembrar nuevas esperanzas. Y no hay expresión más humana y exitosa en cualquier política económica y social que la posibilidad y capacidad de darle a la gente, mediante el empleo, la oportunidad de combatir la pobreza y la marginación y alcanzar los niveles de bienestar personal y familiar que nuestra gente, con toda legitimidad busca y merece.

• Por su atención, muchas gracias.


Última modificación: Miércoles, 21 Abril, 2010 6:07 PM por WebMaster .