
• La productividad forma parte de la renovada
cultura laboral que nos hará protagonistas en la competida
escena global: Javier Lozano Alarcón
El día de hoy se formalizó, en presencia
del Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa,
el Acuerdo Nacional para la Productividad Laboral (el Acuerdo),
cuyo objetivo es que sectores productivos y gobierno, juntos, promuevan
la adopción de esquemas de medición y herramientas
para incrementar la productividad laboral en cada centro de trabajo
del país.
En su mensaje, el Presidente de la República
apuntó que si queremos construir un México más
fuerte y próspero, es fundamental incrementar la productividad
de nuestra economía y en las empresas, por lo que destacó
que el Acuerdo que se suscribe es una clara muestra de la gran responsabilidad
y altura de miras con la que se conducen los sectores productivos
del país, en particular en momentos de prueba y dificultad.
El Ejecutivo Federal Insistió en que uno de los grandes retos
para fortalecer la competitividad de nuestra economía es
la productividad en las empresas. Si queremos dar un salto al desarrollo,
debemos de incrementarla y alcanzar así mayores tasas de
crecimiento económico y mejorar, también, de manera
sostenida los ingresos de los trabajadores mexicanos.
El Acuerdo que hoy alcanzaron los sectores productivos y el gobierno
coloca a la productividad laboral como una prioridad compartida,
pues su promoción e incremento incide significativamente
en la competitividad nacional, permite la sustentabilidad de la
empresa, la preservación de las fuentes de trabajo y el mejoramiento
del ingreso de los trabajadores.

El Acuerdo Nacional para la Productividad Laboral
contempla los siguientes puntos:
1. Voluntad de las partes. El gobierno federal,
los trabajadores y los patrones, se comprometen a promover esquemas
para la mejora de la productividad, que permitan generar un valor
adicional para la empresa y un beneficio económico para los
trabajadores.
2. Metodología para la medición y
diagnóstico. Los trabajadores y los patrones acordarán
un método de medición de la productividad con indicadores
claros para diagnosticar las áreas factibles de mejora.
3. Capacitación. Empresarios y trabajadores
emprenderán un esfuerzo para incrementar la capacitación
adecuada y acorde a las nuevas exigencias científicas y técnicas
de la competitividad.
4. Generación adicional de valor y reparto
de beneficios. El esquema de productividad deberá permitir
el reparto proporcional entre la empresa y los trabajadores, respecto
de los beneficios económicos.
5. Calidad, mejora continua e innovación
tecnológica. Los esquemas de productividad se revisarán
periódicamente para adecuarse a los factores internos y externos
de la empresa.
6. Comunicación y Congruencia. Los esquemas
de productividad no serán rígidos y deberán
adecuarse a las circunstancias y necesidades de cada empresa, previo
acuerdo entre, patrones y trabajadores.
7. Respeto a los derechos de los trabajadores.
En ningún caso y por ningún motivo, los acuerdos alcanzados,
podrán afectar los derechos individuales y colectivos de
los trabajadores.
8. Diálogo social. A solicitud del patrón,
sindicato y/o trabajadores, la Secretaría del Trabajo y Previsión
Social podrá intervenir en calidad de amigable componedor,
para atender dudas, brindar asesoría técnica o coadyuvar
a la interpretación de lo pactado en los convenios de productividad.
9. Para convenir el esquema de productividad, que
será un Acuerdo Marco, los patrones y los trabajadores determinarán
las áreas de interés, y pondrán especial atención
en los siguientes temas: desarrollo de capacidades laborales y empresariales,
mejores prácticas operativas, innovación y eficiencia
tecnológica, la seguridad e higiene para los trabajadores,
clima laboral y trabajo en equipo, cuidado del medio ambiente y
competitividad.

Este Acuerdo ha sido posible gracias al Diálogo
Social entre sectores productivos, basado en el respeto irrestricto
al Artículo 123 constitucional y a los derechos individuales
y colectivos de los trabajadores; la promoción activa del
Trabajo Decente para mejorar las condiciones de los empleos existentes,
al tiempo de garantizar el entorno para las nuevas oportunidades
de empleo; el fomento de la Previsión Social como centro
de gravedad en las relaciones laborales; la preservación
del empleo frente a los desafíos de la economía internacional,
y la promoción de la paz laboral, que incide significativamente
en la paz social del país.
En su oportunidad, el Secretario del Trabajo y
Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, afirmó
que la responsabilidad de encontrar fórmulas innovadoras
que permitan prolongar el diálogo social en la negociación
y la construcción de alianzas al interior de los centros
de trabajo, es de todos.
Aseveró que la negociación, individual
y colectiva debe trasladarse del terreno de la confrontación
al de la negociación fecunda, en donde las partes compartan
un objetivo común, y en su búsqueda, se generen beneficios
para ambos.
Dijo que si bien existen notables experiencias
en diferentes ramas e instituciones que han apostado por el camino
de la productividad laboral, no teníamos hasta este momento,
justamente un esfuerzo conjunto homogéneo, integral y de
largo alcance como el que nos reúne en esta ocasión.
Hoy, -agregó- vamos más allá,
con la firma del Acuerdo Nacional para la Productividad Laboral,
porque inauguramos una nueva etapa de concertación integral
para toda rama y sector de la economía, con instrumentos
efectivos y también medibles. Lozano Alarcón afirmó
que este Acuerdo, introduce una definición de la productividad
formulada por consenso, así como un decálogo con los
principios a seguir.
Durante 43 reuniones entre el Gobierno y los Sectores
Productivos se generó una definición consensuada de
productividad: “Es el resultado de un sistema inteligente
que permite a las personas en un centro de trabajo, optimizar la
aportación de todos los recursos materiales, financieros
y tecnológicos que concurren en la empresa, para producir
bienes y/o servicios con el fin de promover la competitividad de
la economía nacional, mejorar la sustentabilidad de la empresa,
así como preservar y ampliar el empleo y la planta productiva
nacional e incrementar los ingresos de los trabajadores”.

El Acuerdo Nacional es un pacto tripartita del
que se desprenden instrumentos y herramientas precisos, con metas
cuantificables a través de servicios, información
y consultoría especializada:
• Cuenta con una Red Nacional Tripartita
que es una réplica del diálogo social a nivel nacional,
para la promoción de una cultura por la productividad laboral
para cada entidad federativa y que suma ya la participación
activa de 400 personas.
• El Acuerdo también propició
la evolución de la Secretaría del Trabajo y Previsión
Social, que ha implicado la transformación de la Subsecretaría
de Empleo y Productividad Laboral al crear una nueva Dirección
General de Productividad Laboral sin recursos adicionales.
• Se realizará una inversión
sin precedentes en materia estadística. De manera coordinada
la STPS y el INEGI dispondrán de información en la
materia, que estará a disposición de la población,
de manera gratuita, oficial, oportuna y permanente, a través
del Portal de la Productividad.
• Como herramientas de atención cuenta
con un número telefónico de atención y promoción
(01800 733 23 33) y un Portal de la Productividad
(www.productividad.org.mx
), en el que se tiene acceso a metodologías, experiencias
internacionales y una calculadora que permiten llevar a cabo un
diagnóstico de la productividad laboral de la empresa. Los
resultados del diagnóstico de la empresa se pueden comparar
tanto de manera individual como con el sector al que pertenecen.
• Finalmente, se pone en marcha el Programa
de Apoyo para la Productividad (PAP), el cual brinda apoyo económico
a las empresas para invertir en consultoría especializada
que permita instaurar un mecanismo de medición y promoción
de la productividad así como mantener su plantilla laboral.
En el diálogo para construir el Acuerdo,
también participaron de manera destacada otros actores como
la Asociación Mexicana de Directores de Recursos Humanos,
la Organización Internacional del Trabajo y el COMPITE.

Firmaron el acuerdo, Joaquín Gamboa Pascoe,
Secretario General de la Confederación de Trabajadores de
México y Presidente del Congreso del Trabajo; Armando Paredes
Arroyo Loza, Presidente del Consejo Coordinador Empresarial; Mario
Sánchez Ruiz, Presidente de la Confederación de Cámaras
Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo; Isaías González
Cuevas, Secretario General de la Confederación Revolucionaria
de Obreros y Campesinos; Salomón Presburger Slovik, Presidente
de la Confederación de Cámaras Industriales de los
Estados Unidos Mexicanos; Víctor Flores Morales; Secretario
General del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República
Mexicana; Miguel Marón Manzur, Presidente de la Cámara
Nacional, de la Industria de la Transformación.
Asimismo, participaron Enrique Aguilar Borrego,
Secretario General de la Federación Nacional de Sindicatos
Bancarios; María Fernanda Garza Merodio, Vicepresidenta de
la Confederación Patronal de la República Mexicana;
Carlos Aceves del Olmo, Presidente de la Comisión de Trabajo
y Previsión Social de la Cámara de Senadores; Tomás
del Toro del Villar, Presidente de la Comisión de Trabajo
y Previsión Social de la Cámara de Diputados; Gilberto
Muñoz Mosqueda, Secretario General del Sindicato Nacional
de Trabajadores de la Industria Química, Petroquímica,
Carboquímica, Similares y Conexos de la República
Mexicana; Pedro Borda Hartmann, Director General de la Asociación
Mexicana en Dirección de Recursos Humanos; Ignacio Cuauhtémoc
Paleta, Secretario General de la Confederación Regional Obrera
Mexicana; Santiago Macías Herrera, Coordinador General del
Comité Nacional de Productividad e Innovación Tecnológica.
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