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Empresas reconocidas

El Secretario del Trabajo y Previsión
Social, Javier Lozano Alarcón, encabezó con esta
fecha la entrega del distintivo “Gilberto Rincón
Gallardo 2008” a 32 empresas de 15 estados
de la República que se distinguieron como actores socialmente
responsables y comprometidos con la inclusión laboral.
Acompañado por la señora Silvia Pavón, viuda
de Don Gilberto Rincón Gallardo y la Presidenta del Consejo
Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Perla
Bustamante Corona, el titular de la STPS manifestó que
es imperativo avanzar en nuestro marco jurídico, no sólo
para ratificar y reiterar lo que dice la Constitución o
los Convenios internacionales y las convenciones de los que México
forma parte.
El trabajo decente, insistió el funcionario, sigue diciendo
nuestra propuesta; también incluye el respeto irrestricto
a los derechos de los trabajadores, tales como la libertad de
asociación, autonomía y democracia sindical el derecho
de huelga y la contratación colectiva.

Trabajo decente, “nosotros lo estamos definiendo, como
aquel en el que se respeta plenamente la habilidad humana del
trabajador y no existe discriminación por razón
de género, preferencia sexual, discapacidad, raza, religión
o ninguna otra, se tiene acceso a la seguridad social y se percibe
un salario remunerador, se recibe la capacitación continua
para el incremento de la productividad y se cuenta con condiciones
óptimas de seguridad e higiene para prevenir riesgos de
trabajo”
Ésto, dijo, es lo que estamos proponiéndole al
H. Congreso de la Unión, como una definición de
trabajo decente, propia, auténtica, y coincidente con lo
que establece la Organización Internacional del Trabajo.
Por supuesto es un punto de partida y por eso lo estamos planteando
para el artículo segundo de los un mil 10 artículos
que tiene la Ley Federal del Trabajo.
No basta con buenas intenciones, lo que se plantea, por otra
parte, es que se imponga multa por el equivalente de 250 a 5 mil
veces el salario mínimo general, al patrón que cometa
cualquier acto o conducta discriminatoria en el centro de trabajo
o incurra en actos de hostigamiento sexual en contra de sus trabajadores.
Hoy la Ley Federal del Trabajo tiene como multa máxima
315 veces el salario mínimo, lo cual significa en pocas
palabras, que sale mucho más barato violar la ley y pagar
la multa. Lo que se busca es que todo tipo de discriminación
tenga sanción máxima, precisamente para que deje
de ser una norma imperfecta y se aplique.

Advirtió que una norma sin sanción es una norma
imperfecta, una norma que puede estar plagada de buenos propósitos
pero carente de instrumentos efectivos para hacerla valer, de
ahí que en el término trabajo decente debe ser incluido
en nuestra legislación federal.
En su intervención, la Subsecretaría de Inclusión
Laboral de la STPS, Patricia Espinoza Torres, destacó que
en lo que va de la presente administración se incrementó
en 395 por ciento la colocación de personas con discapacidad
en los centros de trabajo, y que ello obedece al compromiso social
asumido por las empresas para realizar buenas prácticas
laborales garantizando condiciones de igualdad salarial y de trato,
así como prestaciones de ley y seguridad en el trabajo.
Enfatizó que la inclusión laboral de los grupos
en situación de vulnerabilidad constituye una prioridad
del Gobierno Federal, y bajo esa premisa está el de garantizar
que ninguna persona enfrente inequidad y marginación.

Reconoció que la entrega de este distintivo de empresa
incluyente, que hoy llega a su cuarta edición, tiene como
escenario un contexto socioeconómico que nos exige acciones
contundentes, eficaces y eficientes a favor de todas las personas,
pero también demanda resultados que impacten en la calidad
de vida de las mujeres y hombres que día a día hacen
su mayor esfuerzo para satisfacer sus necesidades inmediatas y
las de sus familias.
Es claro, dijo que la discriminación en el mercado laboral
viola derechos humanos fundamentales, limita las oportunidades,
desperdicia el talento humano y acentúa las tensiones y
desigualdades sociales, agudizando la situación de vulnerabilidad
de las personas. Agregó que tener trabajo significa abrir
una puerta al desarrollo y estar en condiciones de iguales para
recibir los beneficios de los derechos laborales.
Advirtió que sólo quienes han vivido la exclusión,
conocen el significado que ha tenido su incorporación al
mercado laboral, en términos de dignidad personal y familiar,
pero también como personas que forman parte de una sociedad.
Se refirió al distintivo Empresa Incluyente, y
dijo que éste busca sensibilizar e impulsar la participación
de las empresas para generar oportunidades de empleo para las
personas con discapacidad, adultas mayores y que viven con VIH/Sida,
entre otras.
Por su parte, la Presidenta del Consejo Nacional para Prevenir
la Discriminación (Conapred), Perla Bustamante Corona se
congratuló de que el distintivo llevara el nombre de Don
Gilberto Rincón Gallardo, a quien definió como un
luchador social que se empeño en la defensa de la dignidad
humana, los derechos humanos, y la tolerancia, y a favor de la
equidad y la justicia. Sostuvo que igualmente, se impuso la tarea
de generar las condiciones jurídicas y políticas
para que el organismo que hoy preside fuese una realidad y tuviese
como sustento una ley innovadora y de vanguardia.

Expresó que son dignas de contar con un reconocimiento
público aquellas empresas que respetan a sus trabajadores,
que no reparan en prejuicios infundados, y que por el contrario,
consideran que lo más importante es darle la oportunidad
a quienes demuestran capacidad y constancia. Las propias empresas,
dijo, pueden darse que la inclusión es redituable en lo
económico y en la imagen de confianza que proyectan hacia
la sociedad.
La titular de la Conapred enfatizó que la inclusión
es una forma de gestión que tienen las empresas para fortalecer
sus relaciones laborales mediante la ética, pero también
implica la construcción de bienes económicos para
hacerlos compatibles con el resto de los bienes dentro de una
sociedad justa y equitativa.
En el evento, también estuvieron la Directora General
del Instituto Nacional de las personas Adultas mayores, Magdalena
González Furlong, la Diputada Laura Angélica Rojas
Hernández, Presidenta de la Comisión de Atención
s Grupos Vulnerables de la Cámara de Diputados y la Directora
de Recursos Humanos y Operaciones del Grupo Sabritas, Patricia
Mañón Senado.
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